Capítulo 31 "Sorpresa"

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Elena

Voy con papá a la sala de maternidad, estoy muy emocionada, por fin conoceré a mi hermanito.

Llegamos y veo a bebés en las incubadoras, caminamos a una incubadora que esta al lado derecho de la habitación, nos acercamos y lo observo, allí está el, mi pequeño hermano, su piel es blanca, un poco más oscura que la mía, tiene sus mofletes colorados, no logro distinguir el color de sus ojos ya que los tiene cerrados en éstos momentos y lleva puesto un enterizo azul cielo para bebé recién nacido y un gorrito del mismo color, veo que en su brazo derecho tiene un brazalete donde dice su nombre "Andrew Matheo Jones Smith" lo observo sin poder creer que ya lo tenga conmigo después de tanta espera y mis lágrimas de felicidad empapan mis mejillas, es hermoso.

Tras unos minutos allí con el solo observándolo, papá me dice que ya debo salir, cuando estoy afuera de la sala voy hacia la habitación donde se encuentra Mariela, entro y la veo acostada con la bata del hospital puesta, se percata de mi presencia, luce cansada pero aún así me sonríe.

—¿Ya lo viste? —me pregunta en un susurro y asiento sonriente.

—Si, es tan hermoso con sus cachetitos regordetes, es adorable —

—Si,  gracias a Dios mi pequeño nació bien y sano —asiento y ella sonríe.

—Y tu ¿Cómo estás? —

—Cansada, pero feliz de que todo haya salido bien con mi bebé —

—Si, yo estoy que no puedo de la felicidad de que por fin pude conocerlo —

—Cuando nació y me lo dieron, sentí mi mundo detenerse, solo éramos mi bebé y yo en ese momento —me dice con un brillo en sus ojos y papá entra en la habitación, sonríe y se acerca a Mariela.

—Perdoname, se que me equivoqué al rechazar a nuestro bebé y haberte dejado sola en todo esto, en el momento que lo vi lo sentí tan mío que al instante me arrepentí de no haberlo querido desde un principio por egoísta, por miedo a que te pasará algo, pero gracias a Dios todo salió bien, por eso te pido sinceramente que me perdones —le dice y la toma de las manos y ella se tarda unos momentos en responder.

—Thomas siempre entendí tus razones, yo también desde el instante que supe que estaba embarazada sentí miedo, lo sentí como un gran problema, pero con el paso de los días al sentir sus movimientos dentro de mi vientre, sentirlo parte de mi, comprendí que ya nada me importaría, solo mi bebé —papá sonríe y le da un corto beso en los labios y sonrio, sonrio porque se que papá a encontrado una buena mujer y porque se que mamá desde donde quiera que esté puso a Mariela en el camino de papá para aliviar su dolor,estoy muy contenta de que Mariela sea su compañera de vida, no hay otra mujer como ella, y ahora ella es también la madre perfecta para Andrew.

2 semanas después.

Me despierto a causa de unos gritos, abro los ojos y veo a las chicas, todas a mi alrededor, quienes me sonríen como locas.

—¡Feliz Cumpleaños! —gritan al unísono y sonrio, no imagine que fuera a despertar el día de mi cumpleaños de esta manera, ellas comienzan a cantarme el cumpleaños feliz, parpadeo varias veces para terminar de despertarme y veo a Angie y a Sara sosteniendo una pequeña torta de cumpleaños, espero que terminen de cantar y cuando lo hacen les dedico una de mis más grandes sonrisas y luego todas se lanzan encima de mí para abrazarme (si a esto se le puede llamar abrazo claro) es más como un aplastamiento mortal.

—Awww gracias chicas, muchas gracias de verdad, no me esperaba esto, las amo —

—Tambien te amamos cariño y no tienes que agradecer nada, esto lo hacemos con mucho amor —me responde Angie.

El Lado Oscuro de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora