Elena
No se cuanto tiempo llevo aquí dentro, siento mis ojos hinchados, me levanto del suelo para salir pero al hacerlo siento mis piernas entumidas por el tiempo que estuve sin moverlas y en ese momento escucho que tocan la puerta seguido de una voz.
—¿Elena estas hay? —reconozco esa voz y se que es la de Nathan.
—Si aca estoy, ya salgo —me miro al espejo y mi aspecto es un asco, como dije anteriormente tengo los ojos hinchados y mis ojos totalmente rojos debido al llanto, me lavo la cara pero aun así no disimula que estuve que llorando, sin mas remedio abro la puerta y lo veo de pie frente a mi, al verme su rostro se transforma en uno de asombro y rabia.
—¡Por Dios! mi amor mira como estas, dime ¿que fue lo que pasó? —
—Pense que ya lo sabias, ahora que me imagino seré la burla del instituto —
—Bueno los chicos me dijeron algo pero quiero que me digas como sucedieron las cosas, creere todo si tu me lo dices —
—Nathan por favor no quiero hablar de eso si, ya dejalo —
—Esta bien, vamos a las gradas allí estaremos solos —
—¿Que? ¿a las gradas? no tengo que ir a la clase de Español ¿Qué hora es? —le pregunto confundida ya que he dejado mi celular en el casillero.
—Ya paso la clase de español, es la hora del receso, como no asististe a la primera clase supe que algo no andaba bien contigo ya que no eres de las que pierde clase así como asi ¿vamos? —me pregunta extendiendome la mano, asiento y la tomo encaminandonos a las gradas.
Cuando llegamos nos sentamos y el comienza hablarme, me quedo observando su rostro, sus gestos, su manera de hablar, y se detiene cuando se percata de que no estoy prestando atención a lo que me dice.
—¿Me estas oyendo? —pregunta y reacciono soltando una risita nerviosa.
—Emm no disculpa me perdi ¿que me decías? —el sonrie, se acerca mas a mi y acaricia con su mano mi mejilla, termina de acortar poca distancia entre nosotros y me besa, baja sus manos y las posiciona en mi espalda, suelto un quejido, el se percata de ello rompiendo con el beso, se separa de mi y me mira con confusión.
—¿Que pasa? —
—Nada, estoy bien —
—Pero te quejaste cuando toque tu espalda ¿qué tienes ahi? —
—Me lastime, pero enserio no es nada —
—Dejame ver —dice e instintivamente me aparto, pero el es mas rapido que yo y logra levantar un poco mi camisa y ver las magulladuras un poco visibles pero que aun duelen.
—Pero ¿qué es esto? eso no es un simple golpe y no parece como si fuera sido accidental ¿me lo puedes explicar? —no se que decir, no quiero contarle lo que realmente paso pero antes de que pueda decir algo el saca sus propias conclusiones —Fue tu padre ¿cierto? —
—No...no ¿de qué...hablas? ya te dije que me lastime en casa —miento pero se que se me da muy mal ya que los nervios me hacen tartamudear y el lo nota.
–No trates de engañarme ¿te hizo esto después de que me echo de su casa? —lo pienso, ya no sirve de nada seguir negandolo y asiento.
—Se puso furioso y comenzo a golpearme —le confieso cabizbaja.
—Ese hijo de... ¡argh! ¿cómo se atrevió a golpearte? —
—Ya no tiene importancia, vamos a seguir viendonos pero solo aquí, no vuelvas a ir a casa, promete que no lo harás —se queda callado por unos momentos y por su expresión se que esta muy enfadado, pero a pesar de eso asiente.
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El Lado Oscuro de la Vida
Roman pour AdolescentsElena debera enfrentar duros retos que la vida le pondrá en el camino, deberá demostrar fortaleza para alcanzar la felicidad, aunque con la muerte de su madre ya no le ve color y sentido a la vida por lo cual piensa que no volverá a ser feliz pero ¿...