Al día siguiente, Youngjae despertó abrazando al mayor. Éste tenía los ojos hinchados por el llanto que había derramado incluso en sueños. Es decir, ¿por qué Jinyoung hizo eso? Ya no lo amaba, ¿cierto? Pero el rubio no permitió que se siguiera cuestionando mentalmente y deprimiendo aún más de lo que ya estaba. Porque era su mejor amigo y no quería verlo derrumbarse. No después de todo lo que soportó y costó.
Así pues, se encontraban en un taxi camino a casa del pelirrojo. Ambos miraban hacia un lado de la ventana mientras pensaban; Jaebum en cómo decirle lo que vio a su esposo y tratar de mentalizarse para recibir cualquier respuesta. Y Youngjae dudando en si quedarse ahí con él o regresar a su apartamento. Por suerte era día de descanso, tanto para ellos como para Jinyoung. Suponía que debía estar en casa, bastante preocupado por Jaebum.
Cuando llegaron, el mayor comenzó a temblar de los nervios, pues no sabía qué vendría. En cuanto bajaron del taxi, la puerta de la caza se abrió al instante, dejando ver a un Jinyoung curioso.
—¡Jaebum! —exclamó al verlo— Estaba preocupado, no me dijiste dónde estabas y- Oh, Youngjae...
El mencionado saludó con una sonrisa y una reverencia, luego dirigió su mirada a Jaebum, quien tenía su vista en el suelo.
Se sentía incómodo, porque Jinyoung sabía que pasaba algo, porque Youngjae (solo por ese momento) quería gritarle, porque Jaebum tenía que hablar de una vez. El azabache pidió entrar a la casa, invitando a Youngjae al almuerzo. Éste dudó un poco, pero con la mirada fugaz que le lanzó Jaebum, aceptó.La sala estaba igual que recordaba la última vez que fue a visitarlos. Sentados en un sofá cada quien, con una tensión que nadie podría dar un paso en el lugar. Youngjae carraspeó, dando a informar a su mejor amigo que era el momento.
—J-jinyoung...—el aludido se giró enseguida para mirarlo— yo, bueno. Quiero decirte que...
—Espera —lo detuvo. Posicionó una mano encima de su hombro—. Antes de que sigas, quiero aclarar una cosa, Jaebum —asintió, queriendo decir que continuara, pues sus palabras no eran bien formuladas para decirlas—. Te engañé —fue directo, como una bala al corazón—. Perdón, pero ya no he sentido lo mismo que hace algunos años atrás. Creo que te has cansado de mí y lo entiendo. Lo entiendo porque...—para ese punto, a Jinyoung se le cortaba la voz— porque yo también me cansé.
Un silencio se formó, que pronto fue cortado por los sorbos de nariz de Jaebum. Youngjae se sentía muy incómodo.
—Ayer te vi —murmuró el mayor— con Mark. Sé que te confesó su amor y que correspondiste —Jinyoung abrió los ojos como platos—. No entiendo qué hice mal...
Youngjae sabía exactamente qué decirle, por eso miró a Jinyoung, quien asintió. Éste se paró e hizo una reverencia.
—Me retiraré de aquí lo antes posible. Solo en lo que firmas... el divorcio.
Jaebum no pudo decir algo más. Solo vio cómo Jinyoung se marchaba de la sala para ir a su habitación y hacer las maletas. Entonces empezó a caer en el abismo, donde sentía ser empujado bruscamente y cada momento feliz que tuvo iba quedándose arriba, como una persona estirando su brazo hacia abajo para alcanzarlo pero fallando en el intento. Ese día lloró muchísimo en los brazos de su amigo, se calmó un momento cuando acompañó a Jinyoung en la entrada y se despidió.
Ahora es cuando sentía cero ganas de hacer algo, comer algo e incluso vivir para algo.
Fue una jugada cruel de la vida, ¿quién se lo ha dicho? Nadie.
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❝Cuídalo Bien❞. [2Jae]
FanfictionUna pareja, una familia y una persona que amas. Todo parece ir de maravilla... pero no es así. Una pareja se conserva. Una familia se protege. Y el amor... se cuida. Pero todo eso Jaebum no lo sabe hasta que descubre a Jinyoung, su esposo, enga...