capítulo 18.

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Han pasado exactamente quince días desde que Youngjae se fue a casa de Jaebum. Durante éstos, hubo unos cuantos en los que fue por más ropa, algunas cosas que necesitaba para su trabajo y mantas con las que ya se había acostumbrado. Jaebum insistió en que no debía trabajar tanto, porque sino iba a lastimarse. A lo que Youngjae contestó con un simple "Creo que el que debería trabajar menos es otro".

Ahora estaban ahí, Jaebum preparando la cena y Youngjae como ayudante de cocina.

—No, Jae, así no se cortan las cebollas. ¿Quién te enseñó?

—Namjoon hyung.

Jaebum quita rápidamente la tabla y el cuchillo de sus manos, diciéndole que en consejos de cocina no hiciera caso. Más que nada porque era pésimo en la cocina. Por lo tanto, Youngjae, con un puchero en los labios, dijo que no sabía hacer nada.

—Solo es cuestión de práctica —respondió el mayor—. Además, yo aprendí solo viendo a mi abuela.

—Pues cuando yo nací, mi abuela ya no podía caminar —se cruzó de brazos—. ¿Así cómo mantendré a mi hijo?

—Oh, bueno, de eso no hay problema. Yo mantendré a nuestro hijo, ¿eh?

Youngjae reprimió una sonrisa enorme que quería expresarse en su rostro. Se sentía bien oír eso: nuestra hija. Jaebum de verdad se estaba tomando con responsabilidad sus actos. Ahora sí, no como antes. Fácil hubiera sido aceptar que se acostaron. Asintió fingiendo desinterés.

—¿Falta poco? El bebé tiene hambre... —apartó la mirada.

A la vez se sentía extraño decir eso. Además, aún no tenían un nombre para él o ella. Sinceramente sí Youngjae soñó con una tarde escogiendo un nombre para algún bebé, sin saber que sería suyo. Jaebum se limitó a reir y asentir mientras servía la carne en un plato. Últimamente lo veía muy feliz, hasta parecía que las hormonas lo afectaban a él en lugar de Youngjae.

—Sabes, Jae —empezó Jaebum una vez se sentaron enfrente del otro—. Estaba pensarlo en llamarlo HyunJin.

—¿Qué te hace pensar que será niño?

—Mis instintos como padre me lo dicen.

—Pues yo digo que es niña —sonrió—. Y si lo es... se llamará Dahyun, ¿eh?

Jaebum alzó sus cejas. ¡Pero prefería que fuera niño! De esa manera tendría más facilidad de cuidarlo y comprenderlo cuando crezca. Porque sí: ya había soñado con toda una vida. En el sueño vio a Youngjae, sentado e. el sofá mientras sonreía y cargaba una cosa pequeña en brazos. Jaebum se había acercado, sin embargo, no pudo verle el rostro. De ahí el sueño se traslado hacia un escenario donde un adolescente buscaba algo desesperadamente, cosa que única Youngjae encontró. Lo oyó llamándole «papá», aunque ahora no recordaba bien su voz.

—Hagamos una apuesta —declaró luego de un par de minutos—: si tú ganas... haré lo que quieras. Y si yo gano, harás lo que pida.

—De acuerdo —soltó los palillos—. Si gano, tendrás que... dejarle mi apellido, no el tuyo.

Jaebum jadeó. ¡¿Acaso quería apartarlo de su vida?! Si apenas comenzaba su plan de conquista. Sonrió ladino.

—Y si yo gano —se inclinó sobre la mesa—: tendrás que casarte conmigo.

Youngjae boqueó, con las mejillas al carmín y sin poder creerlo. ¿En verdad pedía un segundo matrimonio? Tiempo atrás hubiera deseado ser el primero. Asintió. Desde luego que los instintos de «madre» no fallaban.

Desde luego.

♦♦♦

No recuerdo haber mencionado sus edades en este fic, ¿lo hice?

¡Gracias por leer! 💞

❝Cuídalo Bien❞. [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora