capítulo 20.

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Jinyoung continuaba mirándolo sorprendido. Viajaba su mirada de él a su estómago, repetidas veces, sin poder creerlo. Si Youngjae estaba así, en la casa de Jaebum, podría significarse algo. Pero quería estar seguro.

—Qué... grata sorpresa —por fin habló—. ¿Cómo estás?

Youngjae se hizo a un lado para dejarlos pasar. En cuanto los vieron (porque venía con Mark), Bambam se levantó junto a su novio. Sabía que había venido, escuchó desde que abrieron. Así que tendría que dejar que explicaran las cosas por ellos, porque a pesar de que Youngjae era su amigo del alma, no le correspondía.

—Nosotros ya nos íbamos —dijo Bambam, tomando la mano de su novio—. Un gusto volverlos a ver, hyungs. Nos vemos, Jae.

El aludido quería reclamar que se quedara. Sin embargo, Bambam ya había abierto la puerta e ido. Carraspeó.

—Bueno... —Mark corta el incómodo silencio— Venías por algo, ¿no?

—Ah, es cierto. Youngjae, he dejado unos papeles aquí, ¿te molestaría que los busque?

—No hay problema, hyung. Creo que no le molestaría a Jaebum.

—Respecto a eso —volvió a hablar Mark—. Jae, pequeño, ¿qué te pasó? No sabía que eres fértil. A no ser...

—¡No estoy gordo! —cruzó de hombros. Luego se dio cuenta cómo sonó, por lo tanto se dio prisa en arreglarlo—. Q-quiero decir; sí, lo soy. También me di cuenta hace unas semanas.

Mark se acercó con una sonrisa.

—Me alegro mucho. ¿Quién es el padre?

La mirada fugaz que mandó Youngjae hacia Jinyoung, fue suficiente para darse cuenta. Éste solo apartó sus ojos, pues sabía cuánto Jaebum deseaba tener un hijo. Él intentó, pero se rindió y acepto que no era fértil. Así de simple. Pero ya había alguien que se lo estaba cumpliendo.

—¿Su padre? Bueno, él.

—Iré a buscar los papeles —interrumpió Jinyoung—. No me tardo.

Desapareció en el pasillo, donde estaban las habitaciones. Mark hizo que se sentaran, pidiendo explicaciones. Estaba claro, sí. Solo le intrigaba mucho cómo es que todo terminó de esa manera. Youngjae lo resumió: en un principio Jaebum era un total estúpido. Le contó cuando habían despertado desnudos por segunda vez en su cama. Que el mayor reaccionó mal, y luego de entrar en una depresión donde decayó y fue buscado, de enteró. Por lo tanto Jaebum dijo que cambiaría, que se haría cargo de este asunto.

Y lo estaba haciendo. De verdad lo hacía.

Mark sonrió, mostrando sus colmillos.

—Por fin Jaebum abrió sus ojos —rió—. No quise hablarle de esa manera...

—¿Qué manera? —Youngjae frunció su entrecejo.

—Bueno... me encontré con él una vez y no fue la mejor platica, ¿sabes? Solo un pequeño empujón. Además —bajó su voz—, me esforcé mucho en conquistar a Jinyoung, no quisiera perderlo.

—Aprovechando que estaba «solo», ¿eh?

—¡Shh! —volteó hacia el pasillo, verificando que todavía no viniera— Se vio mal, pero no fue de esa manera. Desde cuando Jinyoung comenzó a lamentarse y yo estuve apoyándolo. Así como tú con Jaebum.

Youngjae no dijo nada. Lo que Mark estaba diciendo era cierto, en un principio eran solo amigos y se comportaban como uno. Sin embargo, Jinyoung encontró el cariño que le faltaba en él. Por supuesto que su caso fue un poco más complicado. Después de unos minutos Jinyoung regresó con un sobre en su mano. Sonrió.

—Nos vemos, Youngjae. Felicidades, también a Jaebum.

El rubio quedó estático; suponiendo que no eran tan difícil descubrirlo. No obstante, Jinyoung se acercó y lo abrazó. Cosa que no hizo desde que iban en preparatoria. Gesto que lo tomó desprevenido. Duró unos segundos en blanco hasta que correspondió ese abrazo.

Al fin de cuentas, lo rencores e incomodidades ya no existían.

•••

¿Adivinan qué será el bebé?

PD: Me gusta también el 2Young :3.

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