❝Cuídalo Bien❞. [2Jae]

capítulo 12.

—Sí, ya entendí.

Youngjae rodó los ojos por cuarta o quinta vez en menos de cinco minutos. Su madre podría llegar a ser demasiado habladora cuando se trababa sobre los chismes de l vecina. La quería, sí, pero con eso era casi insoportable. Y esta vez no paraba de hablarle sobre el hijo de la vecina: "Taehyung es un chico muy educado" "Taehyung iba en tu escuela, ¿puedes creerlo?" "Taehyung vive por donde tú, hijo. ¡Debes conocerlo".

Y luego de repetir un montón de veces que lo conociese, estuvo cansado y respondió con eso último. Para luego despedirse con la promesa de llamarlo pronto de nuevo. Bufó. No tenía ánimos de nada realmente. Todos estos días ha vivido en depresión y lo único que sirve para no pensar en esa persona, es su trabajo. Para no pensar todo el tiempo que fue un estúpido ilusionado.

Un día antes se encontró con Mark y Jinyoung mientras estaba en el súper mercado, ellos se veían completamente feliz por su relación, además de que el ahora peli-morado se lo confirmó. Jinyoung se veía muy cómodo. Eran felices.

Youngjae sabía de sobra que su estado de salud había empeorado, era notable. Bambam se lo dijo un día que fue a verlo para contarle sobre "el sexi mesero del bar" a donde fueron. Por otra, él le contó cómo se sentía respecto a lo que Jaebum le dijo. Devastado. Cuando lo encontró igual, ni siquiera

Dejó el teléfono en su mesilla, luego se levantó para ir a apagar las luces y ponerse a dormir. Justo en ese momento, tocaron la puerta. Era bastante tarde, así que le pareció extraño que alguien fuese a buscarlo. Ah, seguro era otra vez Bambam, un vez eran las tres de la mañana cuando fue. Abrió la puerta.

—¿Otra vez dijo algo... —se paralizó. Ese no era Bambam.

—Hola, Youngjae.

Tanto estar deprimiéndose, ¿para que llegase en esos momentos? No estaba aseguro de cuánto tiempo pasó, pero era algo tarde para que viniese.

—Buenas noches —murmuró, para luego cerrar la puerta.

O eso intentó, pues con la notable más fuerza de Jaebum la empujó.

—Jae, por favor. Necesitamos hablar.

—Es tarde para eso, ¿no?

—No echemos a perder nuestra amistad.

Youngjae dejó de forcejear. Ahí estaba otra vez, esa palabra que hacía a sus intestinos retorcerse. Dejó que entrara, dándose la vuelta.

—Date prisa —tenía que ser fuerte, ¿no? De esa manera no saldría más lastimado.

Jaebum suspiró. Bien, ya está en ese lugar, Youngjae le da oportunidad de aclarar cosas antes dichas y, además, podría ganarlo de nuevo. ¿Sería bueno decirle que ya lo sabe? Quizá no, porque puede que Youngjae no continúe sintiendo lo mismo.

—Mis palabras no fueron correctas, me he dado cuenta —asintió—. Pero, Jae, yo no quiero perder la conexión que tenemos. Es decir... ¿para qué arruinar nuestro lazo de amistad desde hace años?

«Se arruinó desde que me enamoré» pensó el rubio. Sintió como dos manos se posaban en sus hombros e intentó, con todas sus fuerzas, soportarlo.

—Por favor. Olvidemos lo que sucedió.

Recordó las palabras de Bambam: "sería mejor comenzar de nuevo". Al parecer, estaba considerando cambiar un poco sus aires, pero, ¿permitiría a Jaebum ser parte de ello? Sería más difícil olvidar teniéndolo cerca. Agachó la cabeza.

—Está bien.

—¿Eh? —su voz se oyó más animada— ¿De verdad? ¡Genial!

Había cometido otro error, ¿cierto?