capítulo 25.

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Al día siguiente permitieron que Youngjae fuera dado de alta y regresara con cuidado a casa. Bambam y Yugyeom se ofrecieron a ayudarles con Dahyun y Hyunjin, quienes no los soltaron hasta llegar a salvo. Dijeron algo como ser los tíos más felices del mundo, incluso que estaban listos para ser padres. Sin embargo, todo eso se esfumó cuando ambos bebés comenzaron a apestar y llorar a la vez.

Aunque claro, Youngjae no fue quien los cambió.

Semanas después, recuperó todas su fuerzas necesarias para levantarse a mitad de la madrugada, arrullar al mismo tiempo ambos bebés, prepararles biberón, cambiarlos..., finalmente Youngjae estaba agotado. Requería ayuda, sí, pero a Jaebum únicamente le permitieron una semana de descanso. Y Bambam también trabajaba.

Ese era uno de los días que Hyunjin y Dahyun lo dejaban descansar por una breves minutos, los dos se encontraban profundamente dormidos luego de una tarde de reír sin parar de cualquier cosa que su padre hiciera.

Youngjae se limitó a dejarse caer sentado en el sofá. Y eso era muy apenas el inicio..., no se arrepentía, para nada. No obstante, en ese mismo momento tocaron la puerta. Agradeció internamente a quien sea que fuera por no usar el timbre, pues aseguraba que eso despertaría a su hijo e hija. Se levantó, sin ánimos.

Una vez más, aquélla pareja lo dejó perplejo cuando abrió.

—Mark, Jinyoung hyung, ¿qué hacen por aquí?

—«Hola, sí. ¿Cómo estás, hyung?» —reprochó Mark, cruzándose de brazos y con una sonrisa ligera—. Venimos a saludar, ¿se puede?

—También trajimos unos obsequios —dijo Jinyoung. Se sentía nervioso, y normalmente no era así; mas con Mark, Youngjae y Jaebum eran casos distintos.

Las mejillas de Youngjae de volvieron rosáceas por unos segundos. Asintió, apartándose y dejándolos entrar. Como si hubieran esperado el momento exacto, Hyunjin empezó a llorar, seguido de Dahyun.

—Los traeré.

Ciertamente estaba un poco desconcertado cómo después de tiempo, ellos llegaban así, de repente. Ni siquiera con Mark, que era un confiable amigo, tuvo algún tipo de contacto. Cargó a Dahyun en sus brazos, luego se mordió el labio inferior. ¿Ahora cómo tendría a los dos en brazos? Normalmente Jaebum le ayudaba. Lo peor; es que las cunas no se encontraban en el mismo cuarto, sino en ese segundo que contenía la casa.

—¿Necesitas ayuda? —oyó a sus espaldas. Se giró rápidamente hacia Jinyoung, pues todavía uno continuaba llorando.

—Tómala, por favor. Será más difícil calmarlo a él.

Ansioso, Jinyoung la cargó en sus brazos. Sus ojos brillaron. Estaba claro que no podría concebir un hijo, puesto que no era fértil. Pero qué gran alegría le hubiera dado esa posibilidad. De cierta manera, envidiaba a Youngjae.

—Mayoría del día están con los ojos abiertos —dijo una vez Dahyun y Hyunjin detuvieron su llanto, viendo cómo el mayor mecía suavemente a la niña en sus brazos—. Es un poco complicado, porque parece que están sincronizados, ¿sabes, hyung? Y no yienes idea a quién atender primero.

—Youngjae, yo...

—¿Tú qué haces aquí? —se escuchó desde la sala.

Los dos chicos caminaron rápido hacia ese lugar (ya que no podían correr con facilidad) antes de que un problema iniciara. Mark y Jaebum se miraban directamente, pero un denotaba furia y el otro tranquilidad. Youngjae ni siquiera se informó de que su pareja llegaría pronto.

—J-Jaebum, no dijiste que saldrías...

—Era un sorpresa —declaró, quizá con un poco de vigor—. Ya veo a qué clase de personas metes a mi casa.

❝Cuídalo Bien❞. [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora