❝Cuídalo Bien❞. [2Jae]

capítulo 14.

Youngjae se separó cuando dejó de sentir la presencia a su lado.

—¿Qué haces? —casi gritó.

Estaba aturdido. ¿Cómo se atrevía a besarlo luego de días sufriendo porque Jaebum estaba arrepentido de haberse acostado con él? O más importante: ¿Por qué? ¿Por qué lo besó? Youngjae tenía un millón de preguntas, y a eso, respuestas, pero ninguna lo satisfacía. Ninguna llegaba a una explicación coherente.

Jaebum boqueó.

—Y-yo... no lo sé. Fue un error.

Ahí estaba otra vez, oyendo esas palabras que lo quemaban por dentro. Olvidarse de Jaebum era una tarea difícil, más si éste se empañaba en remarcar que su presencia seguía a su lado. Sintió unas inmensas ganas de romperle la nariz, de decirle que lo estaba lastimando más de lo debido. Pero se contuvo. Al menos por ahora, no podía hacer nada.

—Jaebum —dijo entre dientes—, ¿te pido un favor?

—Sí, lo que quieras.

—No te acerques.

Vio a Bambam sobre el hombro ajeno, quien te hacia una seña para que fuese con él. Pasó por su lado, queriendo irse de ahí lo antes posible. Quizá Jaebum ya había tomado de más, aunque no se notara en su voz, su aspecto o incluso su aliento. Ojalá que no estuviera cuerdo para decirle que, estar con él, era un grave error.

Sin embargo, éste lo detuvo justo cuando apenas había dado tres pasos. ¡Le pidió un favor! Uno simple, que ya no lo haría sufrir de esa manera.

—Youngjae...

—Déjame —sus ojos picaron—. ¡Déjame, Jaebum! Me lastimas.

Por suerte, el ruido de la música opacaba sus voces.

—¡Yo sé lo que sientes, Youngjae! Sé que te gusto.

Dejó de intentar zafarse. Vaya que lo hizo. El corazón retumbaba en sus sienes y la furia comenzó a crecer por sus venas. No podía ser tan bastardo, ¿verdad? Al parecer sí: no conocía del todo a su mejor amigo.

—¿Lo sabes? —se giró. Su voz se estaba quebrando.

—Por su puesto.

De repente Jaebum sintió golpes en su pecho.

—¡Y si lo sabes, ¿por qué jodidos me tratas así?! Yo no tengo la culpa de tu divorcia, ¡hasta te ayudé! Para que me pagaras de esta forma, Jaebum. Siendo un "grave error" —tomó a Youngjae de sus muñecas para que parara de pegarle—. Siempre te quise, pero tú no pudiste ni dirigirme una mirada.

—Youngjae, yo...

—¡No!

Jaebum estaba atónito con cada una de las cosas que escuchaba. Jamás creyó que se sintiera de esa manera, pero tenía razón: ni una mirada le daba. Si hubiera descubierto que cada una de sus sonrisas era falsa, hubiera tomado las cartas en en asunto. Porque con Jinyoung se entendía, sí, se tenía confianza. Mas si ahora lo pensaba mejor, tomó por otra cosa esa confianza.

Era terrible, al parecer el dolor que sintió en su divorcio no es comparado con el de ahora al ver lágrimas en sus ojos. En los bonitos ojos de Youngjae. Lo abrazó, sin importar soltar sus muñecas y que siguiera golpeando.

Por suerte, nadie puso atención en su pequeña discusión. Solo Bambam, que se acercó preocupado.

—Jae, ¿qué tienes?

Youngjae no respondió, hasta dejó de oírlo llorar y del sentir mojado su cuello. ¿En qué momento se detuvo?

—Jae —lo movió. No respondía—. O-oye, te estamos hablando.

—¡Youngjae!

Lo aparté un poco, solo un poco para darme cuenta, que se había desmayado.
No dijimos nada, solo lo cargué en mis brazos para salir mientras Bambam le pedía a Yugyeom que se diera prisa en encender el auto.

¿Cómo sucedió esto?