Capítulo XXIV.

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Por el frío y la oscuridad que podía ver, debían faltar al menos 3 horas para el amanecer. Los bandidos habían bebido, aunque ellos no los vieran, lo sabían por su forma de hablar. Estuvieron vigilandolos a ratos, y cada vez que entraba alguno les daban agua. 

Ernesto tenía la mirada perdida, y trataba de acomodarse lo mejor que podía estando atado. Bárbara en cambio le dolían los brazos y sentía las cuerdas ajustadas sobre sus muñecas. Intento soltarlas pero no lo consiguió, Ernesto al verla le dijo.

- Bárbara, no se desgaste. Es probable que ya nos estén buscando. La policía pronto nos van encontrar.

-¿Usted creé? - Y de pronto recordó la discusión con Nicanor y la rabia estalló en ella- ¡pero claro!... como usted confia tanto en la policía, sobre todo en el comisario de este maldito pueblo...

-¿Que quiere decir?. Claro que confió...

-¡Usted y Nicanor!... han sido cómplices para separarnos - le gritó- No puedo creer lo bajo que ha caido Ernesto.

- Tu no entiendes nada...

- Lo único que entiendo, es que con tal de que su nombre no se ensucie, es capaz de llegar a hacer lo que sea. Incluso contratar a un investigador privado, encerrar a su hija, y obligarla a llevar una vida que no quiere.

-¡Soy su padre!, ¡lo único que quiero es protegerla!...

-¿Y esa ha sido su forma de protegerla?, encerrarla a base de mentiras...- lo miró con decepción- ¿obligándola a casarse para salir de ahí?... ¿Y la que no entiende... soy yo?

- Ella... ella tiene un trastorno, está confundida...

- No sea iluso Ernesto... han pasado años y Mercedes aún me ama... eso no es un trastorno, eso es amor... ya es hora que lo entienda...

- No puedes pedirme una cosa así... eso está mal, no es normal...

-¿Normal?..., Le voy a hacer una pregunta señor y espero que me conteste con la verdad...- Bárbara lo miro con seriedad- ¿Usted sabe lo que es amar?.

-¿Que clase de pregunta...?

- Contésteme Ernesto... ¿Acaso ha estado enamorado alguna vez?.

- Pero por supuesto que sí...

-¿Entonces sabe lo que es estar lleno de luz y de esperanza gracias a esa persona?, ¿sabe lo que es ver esa bendición de vuelta?...

- Bárbara...

- Mercedes es eso... y mucho más...- la emoción la embargo al nombrarla- ella es todo para mí, es el amor que siempre soñe vivir... Usted no lo entiende pero en este mundo hay infinitas formas de amar, eso lo aprendí gracias a ella...

- Entonces... ¿De verdad estas enamorada de mi hija?, ¿Tú... sientes amor?.

- Si... -lagrimas llenaron sus ojos- Se que es complicado de aceptar Ernesto pero lo que le digo es cierto... yo haría lo que sea... sería cualquier cosa que ella quisiera... ella es mi fuerza y también mi debilidad, es mi ilusión, por lo que soy felíz, por lo que sonrió cada día...

- Pero Bárbara...

- No le pido que lo entienda, ni tampoco que lo acepte. Es muy pronto y yo se que no es fácil. Pero aquí hay sólo una verdad Ernesto...

- A si... ¿Y cuál es?.

-¿De verdad quiere escuchar?.

- No tenemos nada mejor que hacer Bárbara. Por favor, prosigue.

Bárbara trato de ordenar sus pensamientos antes de empezar a revelarle al padre de su novia, el inicio del amor que cambio todo en su vida.

Una bocanada de aire para darse fuerza y comenzó.

Donde Todo Comenzó... (Barcedes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora