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Minho no apareció en todo el día después de haber hecho contacto visual con Jisung, quien fue corriendo hacia él para abrazarlo, o eso intentó. Corrió hasta la salida y de allí no se vio en ninguna clase.

Los próximos días fueron igual, Jisung regresó a la escuela y Minho no asistía, toda la escuela ya sabía la causa.

El teléfono de Lee sonaba una y otra vez, con llamadas perdidas de Jeongin, Changbin, Chan y Seungmin. Aunque le pareció extraño que no hayan ido hasta su casa.

Pasaron ocho días desde el aislamiento de Minho,  hasta que volvió a la escuela, siendo recibido en la entrada por sus amigos y recibiendo caras de confusión de otras personas.

Minho no estaba en su mejor momento, aunque casi nunca lo estuvo. Sus ojeras no llegan hasta el suelo porque deben permanecer en su rostro, sus labios perdieron el lindo color rosa que tanto le gustaba a la gente, estaba más pálido de lo normal, ya que él de por sí era de piel blanca, ojos hinchados y rojos, su cabello estaba peinado, punto para Lee.

Estaba yendo hasta su casillero, con paso tranquilo o más bien perezoso. Sabía que las miradas de todos alrededor del gran pasillo de la escuela estaban sobre él, y también que sus amigos los seguían. Ninguno se atrevió a decir algo, hasta que Jeongin dió el primer paso.

– Minho– Tomó de la mano al nombrado para llamar su atención, pero fue inútil, él solo siguió caminando– Te estoy hablando, Minho– Sacudió sus manos entrelazadas, pero otra vez, fue inútil– ¡Minho!

– ¡¿Qué mierda quieren?!– Gritó, haciendo que toda la escuela lo escuche y comiencen a susurrar cosas, Minho se soltó bruscamente del agarre del menor de todos– No puedo creer que no me hayan dicho que Jisung volvió, saben lo mal que me hizo y ustedes aún así permitieron que lo vea.– Sin esperar una respuesta de alguno de sus amigos, se dió vuelta, pero a centímetros de su cara estaba él.

– Minho...– Abrazó rápidamente al nombrado, quien estaba petrificado sin poder reaccionar.– Te extrañé demasiado– Tomó su rostro con ambas manos y estaba por acercar su cara, hasta que Minho reaccionó y lo empujó mientras soltaba un par de lágrimas, hasta que pasó por al lado de Jisung y se fue.

-

Estuvo dos horas sentado en la azotea de la escuela, nunca había nadie y no entiende por qué. Estaba lleno de flores, bancas y adornos con más flores por todo el espacio. Seguro no iban porque hacía frío y había que subir muchas escaleras.

Sacó de su mochila una caja de jugo de manzana y comenzó a tomarlo por el sorbete, mirando cada lugar a su alrededor. Se levantó de la banca en donde estaba sentado porque alguien abrió la puerta sigilosamente, seguro personas que vienen a tener sexo y arruinar el lindo aura que tiene este lugar.

– ¿Minho?– Habló el recién llegado.

– ¿Felix? ¿Qué haces aquí?– Se acercó con una sonrisa para saludar al menor con la mano.

– Me anotaron en esta escuela, es mi tercer día aquí, ¿por qué no te vi antes?– Minho dudó en decirle las razones de por qué no asistió a clases, así que solo se encogió de hombros– Vine aquí porque quería hacer un tour por toda la escuela.

– Bueno, bienvenido a mi lugar favorito– con su mano señaló toda la azotea, la cual maravilló a Felix.

– Eres lindo, me gustas– Felix se dió cuenta de que formuló mal la frase y sacudió la cabeza– Es lindo, me gusta– Se corrigió mientras posaba su mirada en el suelo, sintiéndose avergonzado– Lo siento

– Está bien, no hay problema– Minho rió.

– Bien, ¿ahora vas a contarme por qué escuchó tu nombre en cada rincón de la escuela?– Se dirigió al banco donde antes estaba el mayor para sentarse– No entiendo muy bien, solo entendí las palabras "Minho" y "Jisung".

– Y-yo...

– Minho, puedes confiar en mí al igual que yo en tí– Una vez el mayor se sentó, Felix puso su mano en la rodilla del contrario para brindarle confianza.

Rain [MinLix] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora