Tres meses después
Ya han pasado tres meses desde que Felix se fue del país, dejando a un Minho demasiado desconsolado.
– Lino, deja de llorar– Jeongin estaba abrazando a su mayor, tratando de saciar sus lágrimas que no dejaban de caer.– Ya vendrá, dale tiempo.
– ¿Tiempo?– Minho dejó de apoyar su cabeza en el hombro del menor y lo miró como si hubiese golpeado a uno de sus gatos.– Se fue hace tres meses, le dejé más de mil mensajes y no me contesta ni uno. ¿Qué hago si no quiere verme nunca más?
Chan, que estaba mirando desde la barra de la cafetería, suspiró cansado.
Nadie supo de Felix, ni siquiera Seungmin. Se fue y parece que se lo tragó la tierra. No contestaba los mensajes de nadie.
– Minho, ya basta.– Habló con autoridad el mayor de los tres.– Si Felix se fue, es por tu maldita culpa, si no hubieses abierto la boca todo sería mejor.
El nombrado se fue del lugar, empujando todo lo que se cruce en su camino... menos una abuelita que pasaba por enfrente suyo, quien le sonrió amablemente.
-
En otro continente, estaba Felix. El rubio tierno, pecoso y con voz de adulto.
Vivía en una verdadera vida de lujos, tenía una enorme casa, padres y muchísimos amigos. Pero no tenia un hogar, una familia o personas en quien confiar.
En Corea tenía todo eso en un grupo de 8 personas, ese era su verdadero hogar.
Pensó que volver a su país natal podría ayudarlo a olvidarse de sus problemas amorosos, pero no fue así, extrañaba a Minho más que nunca.
Decidió tomar su teléfono y revisar los 1846 mensajes que el coreano le dejó desde que Felix se fue del país.
Los primeros eran inentendibles, por lo que notó, Minho los escribía llorando. Después eran mensajes diciendo que lo extrañaba más que a nadie. En los últimos le contaba sobre sus días, cómo le fue, qué comió, e incluso le mandaba fotos de sus gatos.
Felix se exaltó cuando recibió un nuevo mensaje de Minho, tenía que responderle ya que estaba dentro de su chat.
Minho:
Leíste los mensajesFelix:
Hola, Minho.
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Rain [MinLix]
FanfictionMinho iba pasando por un parque en un día lluvioso después de una corta discusión con sus amigos. Mientras caminaba, escuchó sollozos de una persona que estaba hecho bolita en un banco del lugar. Claro, no sabía sobre la historia de Lee Felix, no sa...