Eran las diez de la noche y Minho estaba inquieto en su sala de estar, caminando de un lado a otro. Desde que recibió el mensaje de Felix pidiendo ayuda se desesperó. ¿Cómo iba a ayudarlo si ni siquiera recuerda dónde vive? Además, ¿por qué pidió ayuda tan tarde? Si ese mismo día estuvo junto a él, lo llevó a su casa, aunque no lo recuerda porque es un cabeza hueca.
Dejó de caminar para recordar el camino de la escuela hasta la casa de Felix. Era en un barrio privado, eso lo recuerda. ¿Y si mejor va a ese lugar?
Tomó su mochila, las llaves de su auto, el cual le regalaron esa misma noche, y salió hasta el posible lugar donde Felix vive.
Estuvo por un rato manejando hasta que se topó con la casa más grande de todo el barrio de ricos, la de Felix, claro.
Bajó de su auto para atravesar el jardín delantero y tocar la puerta, hasta que abrió un hombre viejo y feo.
– ¿Sí, señor?– Habló con toda sutileza.
– Hola, busco a Lee Felix.– Trató de mirar sobre su hombro pero un hombre alto y grande se acercó.
– ¿Quién eres?– Preguntó el señor Lee.
– Lee Minho, busco a Felix, señor.
– ¿Otro mariquita?– Dijo eso con un tono burlón.
– No, señor, soy su amigo.– Minho quería ser lo más paciente posible, pero el hombre no lo dejaba ni respirar con la mirada que le estaba dando.
– Felix no está, se fue hace horas y no te interesa.– Se dió vuelta para irse pero volteó otra vez para mirar a Minho.– Si haces marica a mi hijo, te mato.
Cuando cerró la puerta enfrente de sus narices, se dió vuelta para caminar hasta su auto, pero escuchó ruidos alrededor.
Espero que la curiosidad no me mate. Pensó Minho
Fue hasta un costado de la enorme mansión de la familia Lee y vio a Felix hecho bolita mientras sollozaba.
– Felix...– Minho se acercó y se arrodilló hasta llegar a la altura del menor, este se asustó y trató de alejarse pero se golpeó contra la pared– tranquilo, soy yo, Minho.
Se levantó lo más rápido que pudo y saltó sobre el mayor, tirándolo al suelo para abrazarlo con todas sus fuerzas.
En ese momento Minho no pensó en nada, solo en proteger a Felix.
– Minho, llévame contigo– Dijo el menor, tratando de levantarse con el nombrado, quién seguía en el piso abrazándolo.
– Bueno, bebé, vamos al auto y me cuentas.– Se paró y lo tomó de la mano para llevarlo a su Hyundai Sonata negro.
Una vez que subieron al auto, Felix le contó todo hasta que llegaron a la casa del mayor. Minho le dió un par de palabras de apoyo y lo acompañó hasta su habitación.
– Bueno, australiano pecoso, duerme en mi cama y si necesitas algo voy a estar en el sillón.– Decía mientras le acomodaba las sábanas y las almohadas, para que esté cómodo.
Agarró al menor de la muñeca, lo acostó y lo tapó para que no tenga frío. Se dió la vuelta para irse al piso de abajo, pero Felix lo agarró.
– Duerme conmigo.– Lo agarró de la mano y lo tiró hasta que caiga arriba suyo, mientras sus labios estaban a pocos centímetros.
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Rain [MinLix]
FanfictionMinho iba pasando por un parque en un día lluvioso después de una corta discusión con sus amigos. Mientras caminaba, escuchó sollozos de una persona que estaba hecho bolita en un banco del lugar. Claro, no sabía sobre la historia de Lee Felix, no sa...