Capitulo 5

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Narra Oriana:

-¿nos vamos?- me dijo Sabrina a la hora de salida, como siempre, iba charlando con Eliseo sobre nuestro plan maestro para hacer que Paula la chica de mi clase de francés se fijara en él.

-bueno Ori no te quito más el tiempo, te llamare más tarde para lo de, ya sabes, eso- Eli se despidió de mi con un beso en la mejilla y le dio otro a Sabrina, lo vi desaparecer entre la manada de estudiantes en el pasillo.

-¿Qué se traen Eliseo y tu?- Sabrina levantaba las cejas sugerentemente, entonces me percate de lo que estaba pensando.

-no te aloques, Eli y yo solo somos amigos, no estoy interesada en nadie de la escuela- deje unas cosas en mi taquilla y tome mi mochila llena de deberes que hacer.

-ay no, ahí esta Julian, ha estado apareciendo en todos lados hoy- dijo Sabrina algo consternada, me imagino que no ha perdido oportunidad para acosarla, si estando de novia lo hacia ahora no veo porque no.

-no puede ser tan malo- dijo Lola, el sonrió simpáticamente y las tres le devolvimos el gesto.

-¿nos vamos?- ¿esperen?, eso me lo dijo a mi, demonios, olvide que hoy iria a hacer el proyecto a su casa.

-amm... si, creo- mire a mi hermanastra que se quedó algo confundida, Lola en cambio seguía sonriendo como si nada.

-bueno, ahí esta Maxi, nos vemos chicos- nuestra amiga rubia se fue a toda prisa dejándome a mi con la situación mas incomoda en la que alguna vez me pude haber encontrado.

-supongo que no te veremos hasta la cena- asentí a mi hermanastra y ella se marcho algo, ¿decepcionada?, si, creo que esa es la palabra, esperen, si ella estaba asi, eso quiere decir que todavía siente algo por Julian, esto es interesante, no es que Julian me caiga muy bien, pero la pareja no me desagrada.

-no tengo un auto, así que espero no te moleste tomar el autobús-

Narra Julian:

Sorprendentemente ella no puso cara de enfado o de flojera al decirle que yo no tenia un auto, ambos caminamos a la parada en silencio, pero como ya lo dije antes, este silencio no era incomodo, era, lindo.

-eres afortunado, serás el primero que me vera subirme a un autobús en Londres- por primera vez me miro a los ojos por un lapso de tiempo más largó que los pocos segundos que duraba, el autobús llego y el contacto visual se acabo, algunos estudiantes se abarrotaron en las escaleras del autobús, yo ayude al pequeño duende feliz a subir y al no encontrar asientos disponibles me ofrecí a llevar su mochila.

-¿crees que por ser una chica no puedo cargar mi mochila?- ¬¬ ella me saca de quicio, yo queriendo ser caballero y ella queriendo ser la defensora de las mujeres.

-no dije eso, solo te pregunte si querías que te ayudara, eso se ve pesado- ella solto un suspiro exasperada.

-no gracias, puedo llevarla yo- bien, eso me saco por ser un buen chico, jamás en mi vida volveré a tener atenciones con el duende, un duende que se ve inofensivo pero que es un malo.

-bien como quieras- al llegar a la parada del autobús mas cercana a mi casa bajamos empujados por toda la multitud en el autobús.

-bueno, fue divertido, creo que de ahora en adelante regresare en autobús- su falta de mal humor me irritaba, o la niña era muy hipócrita, yo en mi vida había conocido a una chica que le gustaran los paseos en autobús.

-si, no sabes la diversión que te estuviste perdiendo- le dije en un tono bastante grosero para mi gusto, jamás me gusto portarme así y menos con las chicas, pero ella me enojaba y no podía controlarlo.

"De un extremo a otro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora