Narra Oriana:
-¿no notaste a tu amigo algo raro?- Benja se pasó preguntándome cosas sobre mi vida aquí en Londres antes de conocernos, maldita sea la hora en que Rochi abrió la boca, en el auto no pude librarme, tuve que contestar, aquí en casa creo que tampoco y ahora él estaba profundizando las preguntas.
-no... bueno, iré a ponerme ropa cómoda- tenía sueño, así que me puse algo más o menos deportivo y a la vez cálido, un pantalón de de algodón gris, calcetines y una camiseta blanca de manga corta.
Narra Benja*
Aquí había gato encerrado, la actitud policiaca de la tal Rocío, las miradas de Julian a mi novia, y las evasivas de Oriana a su pasado, pareciera que aún no me tiene la confianza suficiente, aunque se prácticamente todo de ella, como que nació en LA, el nombre de sus padres, la historia de su familia, que está bajo tratamiento psiquiátrico ya que padeció anorexia nerviosa, todo, excepto su vida amorosa, porque, aunque ella no quiera admitirlo, debieron haber otros antes de mí, no me interesa mucho conocer a lo ex novios, pero él que ella guarde esa parte de su vida me hace dudar de muchas cosas, ¿Qué tal si no pudo olvidar a alguno?
-amor, ¿sabes dónde está mi camisa de los lakers?- revolví en el cajón pero no había nada. Oriana aún seguía en el baño cambiándose.
-sí... está arriba en la última repisa de la tercer puerta del armario- mujeres, guardan las cosas más sencillas en lugares confusos, fui a donde ella me dijo que buscara, veamos, sí, aquí está. Había una caja que parecía caerse en cualquier momento, la tomé para ponerla en la otra habitación, ahí había espacio de sobra.
La caja de cartón no tenía nombre como las demás, ¿Qué habremos guardado aquí?, la abrí con cuidado de no romper los pliegues, había algunos álbumes de fotografías y una cajita morada con la fotografía de Londres en la parte superior, estaba cerrada, la curiosidad me tentaba, así que fui por un clip de esos que Oriana se pone en el cabello, pero ni así, ¿Dónde podrá estar esa llave?, un momento, ¡ella la tiene!, siempre la trae colgada al cuello, bueno, no siempre, se la quita para dormir. Volví a nuestra habitación, la luz se encontraba apagada y ella dormía, o por lo menos eso aparentaba, tendré que esperar por lo menos media hora para saber si en verdad está profunda, así no corro el riesgo de que vea que tomé su collar con la llave en él.
Una vez que pasó el lapso de tiempo me levanté sigilosamente de la cama y tomé el collar de su mesita de noche, como si fuera un ladrón en mi propia casa, sin hacer el más mínimo ruido entre de nuevo al cuarto lleno de cajas de mudanza, tomé la cajita morada, introduje la llave sintiendo algo parecido a la adrenalina y el miedo, "click", ahí estaba el contenido, una pulsera con un dije de moneda, OS, son las iniciales de mi novia, había unas fotografías, los amigos de Ori, los reconocí a todos los que estaban en la reunión el otro día, algunas otras eran de su familia... y luego las vi... ¿por eso las miradas?, Julian y Oriana...Oriana y Julian, eran unas 40 fotografías de ellos dos...solos... dándose abrazos, sonriéndose el uno al otro, tomados de la mano, aunque me...duela, se ven tan enamorados aquí, no hay ningún beso, pero, no necesitaba verlos dándose uno para darme cuenta, con esto solo bastaba, dejé aquellas cosas de lado para seguir registrando, un pedazo de periódico, "mi chica" por Julian Ezequiel Serrano.
"mi chica"
(Por Julian Ezequiel Serrano.)
Tienes la etiqueta del vestido colgando detrás
Los cordones de los zapatos desatados
Y tu cabello hecho un desastre
Pero nadie te podría ver como yo.
Abres las ventanas cuando empieza a llover
Sí, todo el mundo piensa que estás loca
Pero nadie te podría ver como yo te veo
