Narra Julian:
Un nuevo día, cielo despejado, aunque todavía con algunas estrellas,que te invita a sonreír y mi buen humor para complementarlo todo, bajé a la cocina una vez que me vestí, eran más o menos las 5:30 am, saqué algunas galletas oreo que curiosamente son las favoritas de Ori también, le preparé el almuerzo y puse un poco de jugo de naranja recién hecho, obviamente por mi, en un termo, todo eso lo metí en una pequeña bolsita, una vez que terminé mamá iba recién levantada a prender la luz de la cocina cuando me miró guardar toda la comida.
-¿Qué haces cariño?- se frotó los ojos un poco y luego cuando ya pudo abrirlos correctamente me miró sorprendida.
-¿te arreglaste temprano?, y usas ese perfume que te regaló Mariel- su sonrisa picara apareció en su rostro, odio que mi madre me conozca tanto, a veces eso es muy, muy molesto.
-tengo que irme- mi mamá se interpuso entre la puerta y yo impidiéndome paso, sé que no me dejara marchar si no le cuento lo que me pasa, mujeres.
-no tan rápido jovencito, tienes que desayunar, además, ¿Qué llevas ahí?- dijo mirando la bolsa que sostenía en mi mano.
-es... mi desayuno, comeré en la escuela- Mariel, mi hermana menos irritante entro a la cocina, igual me miró extrañada por aquella situación.
-¿tu, levantado, temprano, oliendo bien?- dijo ella olisqueándome como si yo fuera un trozo de comida de dudosa procedencia.
-¿Qué uno no puede levantarse temprano y prepararse su propio desayuno en su propia casa?- en eso vi a Yol hacer su aparición triunfal, ella no dudaría en molestarme si se entera de lo que estaba haciendo.
-tú no te levantas temprano, y no preparas ni si quiera un plato de cereal porque te dan miedo las cucharas, también dudo que te bañes- dijo Mariel sonriendo burlonamente, Yol soltó una risita molesta mientras bebía agua.
-no me levanto temprano como tú y Yol porque yo no necesito arreglo, ya estoy hermoso, no como cereal por las mañanas porque no me gusta, y para tu información me baño más que tú- mi madre ignoró la pelea de hermanos y comenzó a sacar las cosas para preparar el desayuno.
-como digas, tu comportamiento es extraño, ¿acaso el bebé serrano está enamorado?- dijo mi hermana mayor Yol, Mariel rió, ambas se ponían en mi contra, esto era así casi todas las mañanas.
-no me digas Serrano, y tengo que irme, no quiero llegar tarde- caminé hacia la puerta cuando escuché a mamá hablarme de nuevo.
-hijo, parece que se te cruzaron los cables, apenas son las 6:00 am, falta como hora y media para la escuela, ¿vas a algún otro lugar sin permiso Julian Ezequiel Serrano?- no puede ser, utilizó mi nombre completo, esto es malo, solo es señal de que está muy enojada.
-no... en realidad, quedé de pasar por una amiga a su casa- mis mejillas optaron por ponerse rojas.
-esa amiga... ¿no será Ori?- Yol es tan, agg, ¿Por qué tiene que ser así de molesta?
-déjame Yol, ve a peinarte o algo, que hoy amaneciste más fea que una bruja- mi hermana me sacó la lengua y se fue sonriendo, mientras subía la escalera cantaba "Julian y Oriana sentados en un árbol, ¡BESANDOSE!"
-¿así que Ori?, ¿Cuándo la traerás de nuevo a casa?- dijo mamá poniendo una sonrisa en su rostro, vaya, por lo menos Oriana ya se ganó a su suegra, eso es un problema menos.
-no lo sé, creo que mañana, bueno, ahora sí me voy, te quiero mamá- le di un beso en la frente a mi madre como acostumbro, ella me abrazó y me bendijo.
-vete con cuidado cariño, que dios te cuide- dijo mientras yo me aproximaba al garaje a por mi auto.
-¡usa protección!, no quiero ser tía tan rápido, y mándale saludos a Ori- gritó Mariel desde la puerta a lo que mi mamá le reprendió "¡Mariel!", ¿Qué consejos son esos para tu hermanito?", vaya, si mi madre supiera.
