Capitulo 32

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Narra Oriana:

-Ori, cariño, despierta, ya es tarde- mamá sacudía mi cuerpo con delicadeza, incluso daba pequeñas palmadas en mi cara para espabilarme, abrí mis ojos lentamente, volviéndolos a cerrar por la cantidad de luz.

-¿Por qué?, es sábado ma, no tengo que ir a la escuela- dije volviendo a recostar mi cabeza en la almohada, mamá volvió a sacudirme, esta vez me senté y me estiré.

-no, pero tienes que ir a trabajar, vamos cariño, prometiste ayudarme a hacer un inventario- ella tenía razón, le prometí ayudarle este fin de semana con el consultorio, supongo que Agus ya estaría ahí en el spa acomodando citas.

-esta, bien, solo me baño y nos vamos- caminé perezosamente a la ducha, me enjuague el cabello y el cuerpo con agua y jabón, el olor a frutas cítricas me despertó por completo e incluso me abrió el apetito, cuando salí solo me puse unos jeans y la blusa con el logotipo del spa, mamá me esperaba abajo con un vaso de zumo de naranja.

-toma, te envolví el almuerzo, será mejor que nos apresuremos, comes en el camino, ven- tomé el vaso con zumo y me lo tome sin respirar, luego salí de la casa con la bolsa de papel que contenía mi desayuno.

-al parecer Agus llegó temprano- dijo mamá viendo el consultorio de dermatología abierto, ambas entramos y efectivamente ahí estaba Agustín nuestro nuevo ayudante, pero no estaba solo, Julian se encontraba charlando con él.

-buenos días- dijo el amablemente mirando a mi mamá.

-buenos días Julian, Agus- dijo mi mamá sonriendo un poco enfadada, sé que Julian no es santo de su devoción, por lo que me hizo.

-buenos días doctora Fulop- dijo Agus acomodando unos papeles.

-¿alguna cita pendiente por la mañana?- dijo mamá recargándose en el escritorio de Bernasconi, este asintió.

-sí, la señora Lewis, tiene cita a las 11:00 am, acaba de hablar para confirmar- mamá asintió y se metió a su despacho no sin antes agradecer, yo me quedé ahí parada, observé a Agus que hablaba con Julian, este ultimo ni si quiera me miró desde que entré, y al parecer parecía no notar mi presencia, lo cual es extraño porque este último mes se la pasaba acosándome, entonces recordé todo lo que le dije ayer, le dije que hiciese como si nunca me hubiera conocido.

-hola- dije a ambos, más que nada por cortesía hacia Agus y porque lo sentía para Agus.

-hola Ori, oh, aquí está la hoja de registro de inventario, la bodega está abierta- dijo Agus pasándome una carpeta y unas llaves, yo la tomé y le devolví la sonrisa, Julian seguía ignorándome.

-bueno...gracias...- Agus se despidió con un gesto con la mano y siguió hablando con Julian, él cual ni se molestó en decirme adiós ni nada, entré a la bodega con una opresión en el pecho, esto era lo que yo quería, esto era lo que le pedí que hiciera, que me ignorara, ¿entonces porque me sentía mal?

Narra Julian:

A la mañana siguiente Agus fue por mí a la casa del árbol, él tenía que ir a trabajar y me pidió de favor si lo llevaba ya que quedaba un poco lejos, acepté, aunque estaba cansado, me metí a bañar mientras Agus desayunaba con mi familia, al parecer no tenía resaca, y eso que llego casi arrastrándose, tanto que yo lo tuve que cargar hasta mi habitación.

-¿estás bien?- le dije una vez que nos encontrábamos camino a su empleo.

-¿lo dices por lo de Jenny?-yo asentí mientras fijaba mi vista en el tráfico.

-sí, es que, ayer estabas...-

-abatido, derrotado, molesto, ebrio, dolido, despechado, abandonado, triste, bueno, creo que el tiempo lo curará todo- tal vez Agus tenía razón, y el tiempo curaría mis heridas, y en algún momento del futuro, pueda que me vuelva a arriesgar a amar a otra persona, espero en ese futuro la persona a la que yo ame, me ame a mí.

-gracias por traerme- dijo Agus bajándose del auto.

-¿Qué tal si me quedo a hacerte compañía?- le dije viendo que no había nadie en el consultorio, el edificio era amplio, de dos pisos, el piso de abajo era un consultorio de dermatología, en el escritorio de Agus estaba una placa colgada con el nombre de "Catherine Fulop" , la mamá de Oriana.

-este trabajo me gusta ¿sabes?, vienen un montón de mujeres lindas a hacerse tratamientos de belleza, además Cathy, mi jefa es realmente genial y Ori la mayoría del tiempo está aquí y me hace compañía, así que cuando no hay mucho trabajo no me aburro tanto- Agus acomodaba papeles en su escritorio, yo tomé una silla y me senté frente a él, ¿así que Ori venía todo el tiempo?, este también sería mi trabajo ideal siendo así, lastima, ella me pidió que la olvidará, y así lo haría, ya no la molestaría más.

-ya lo creo Agus, hoy saldré con Eliseo a jugar bolos, ¿quieres venir?, solo es noche de chicos, tal vez se nos unan Maxi, Nico y Peter- Agus me miró un poco afligido.

-no lo sé, ¿no se supone que debería llegar a mi casa a sentarme a ver tele mientras me como un litro de helado de chocolate?, eso hace la gente en depresión- yo sonreí y comencé a jugar con una pluma.

-no lo creo, para eso estamos los amigos, para subirnos los ánimos, anda, seremos solo chicos, como en los viejos tiempos- Agus me sonrió de vuelta y asintió con la cabeza, su vista de pronto se posó en la entrada, giré y vi a la mamá de Ori y a ella entrar, mi corazón dio un vuelco al verla, sus palabras tan recientes todavía me cortaban como cien mil cuchillos, Cathy saludó y nosotros igual, pero no miré a Oriana, ella quería que yo la borrara de mi vida y así sería.

-hola- dijo ella tímidamente, me miró y luego miró a Agus que le tendía una carpeta, le comenzó a explicar unas cosas de un inventario y se fue, yo logré mi cometido, y con mucha fuerza de voluntad, lograría olvidarla.

-supongo que tú estás igual o peor que yo- dijo Agus dándome una mirada de compasión.

-algo así, pero, no vale la pena volver a lo mismo, es mejor seguir adelante, como dijiste hace unos momentos, el tiempo curará todo- ni yo me creía esa frase ahora mismo, pero tal vez dentro de algunos meses me reiría de la situación incluso.

-hola, buenas tardes, tengo una cita para facial con Lindsay- miré a la chica que estaba frente a nosotros, ella le hablaba a Agus, y este, por un momento vi como se sonrojó, la chica era bonita y casi tan alta como Agus, su cabello color rubio y totalmente lacio caía por su espalda , y tenía muy bonita figura, observé que llevaba un bolso de esos para guardar cámara de fotografía.

-este...sí, ¿tú eres Valentina Zenere Fulop?- ella asintió a la pregunta de mi amigo.

-¿eres algo de Oriana Sabatini?- pregunté curioso, ya que ambas tenían el mismo apellido.

-sí, somos primas lejanas- Oriana salió de la bodega y cuando vio a la rubia corrió y la abrazó,ninguna de las dos paraba de sonreír.

-¿así que tomaste mi palabra y viniste a probar el facial?- dijo Oriana burlonamente a su supuesta prima ella asintió sonriente, Agus las veía igual de confundido.

-claro que sí, además, me hace falta relajarme, en el trabajo y la escuela me tienen loca-

-pues no se diga más, te llevaré a la sala de faciales- ambas se encaminaron a las escaleras y subieron conversando y gritando histéricamente.

-te dije que venían un montón de chicas lindas- dijo Agus todavía embobado.

-que rápido se te olvida la depresión- le dije sarcástico.

-que esté a dieta no impide ver el menú -

"De un extremo a otro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora