Capitulo 9

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Narra Julian

No pude evitar sonrojarme cuando ella dijo que mi cabello se veía bien, pensé que a lo mejor parecía una mala imitación de Maxi o algo así, pero a ella le gustaba, esperen, ella fue la que me dijo que yo era poca cosa, ¿Por qué rayos ahora es linda?, es una falsa hipócrita, claro.

Ahora me encontraba con ella caminando en silencio, ese maldito silencio que con ella no se siente incomodo, no conformes salimos de la escuela y llegamos al estacionamiento.

Narra Oriana:

-Julian... enserio lo lamento, se lo que es que te critiquen y también sé lo que es ser una tonta hueca que no sabe lo que piensa y lo dice aún así, ayer estaba muy enojada, o más bien confundida por tu comportamiento, porque ningún chico que yo haya conocido jamás se había portado como tú conmigo, normalmente ellos solo, eran amables por algo en especifico... aunque no lo creas, todo lo que dije ayer, no lo sentía de verdad, digo, Nico es un gran chico, así como Agus, como Eliseo, como Maxi, Peter, o ... tú, solo que eres tan dulce y buena persona que me parece que a veces no puedes ser verdad- listo, lo dije, ahora esperare a que el enfadada me diga que me vaya a la mierda, entonces yo me hundiré en mi miseria de nuevo.

-eres tan extraña, no lo sé, a veces pienso que eres una persona y BOOM, al segundo eres otra Oriana completamente diferente, ¿Por qué?, ¿Qué hay que esconder?, digo, no puedes ser la misma con todos y ya?, o el problema es solo conmigo tal vez- suspire algo ofuscada, tal vez si el supiera toda mi historia lo entendería, pero no debía saberlo nunca, nadie, menos si después sentiría lastima, o miedo, y me diría loca o algo así, no quiero alejarlo aun más de mi,porque creo que no lo podría soportar.

-no estoy acostumbrada a que los chicos me traten con respeto, ¿de acuerdo?, en mi anterior escuela yo era cruela de vil, al contrario de lo que muchos piensan aquí, no soy virgen, no creo en los cuentos de hadas, y no siempre estoy feliz, pero ¿sabes?, me gusta estar feliz, porque la mayor parte de mi vida siempre fue un asco, y ahora, no sé, aquí en Londres encontré amigos que no saben nada de mi horrendo pasado, amigos que me hacen sentir parte de algo, tengo por primera vez una familia que me acepta como soy, una hermana que me ama, un lindo hermano con quien jugar, tengo un lugar al cual pertenecer-

-¿quieres ir a tomar un café?, tal vez, lo que pasó entre nosotros, es que esto de la escuela y Sabrina, se interpone para conocernos más- mire mis pies algo avergonzada porque yo estaba a punto de llorar y confesarle mi más grande secreto a Julian.

-no bebo café gracias- lo cual es cierto, el café era algo de mi pasado, algo que estuvo presente en cada día de mi antigua vida.

-entonces, una chocolatada, ¿ya has ido a milkshake city?- me atreví a mirarlo cuando sentí mis emociones estabilizarse.

-en realidad no, pero, ¿y la escuela?- dije mirando al edificio color crema.

-nos quedan 3 horas, creo que estaremos aquí antes de las 10:00 am, ¿vamos?- asentí regalándole una sonrisa.

Narra Julian

Todo era tan confuso con ella, primero estaba enojado y tenia deseos de vengarme de ella, luego, me dice todo esto y parece sincera, muy sincera, sus ojitos mojados, mirando con ternura son irresistibles y uno no puede enojarse por mucho con el duendecillo adorable.

-en realidad no, pero, ¿y la escuela?- vi como miraba el edificio con cierta pesadez, la verdad no tenía ganas de estar enclaustrado dentro de la cafetería, el patio o la biblioteca esperando el momento de entrar a clases.

-nos quedan 3 horas, creo que estaremos aquí antes de las 10:00 am, ¿vamos?- ella asintió regalándome una tímida sonrisa, lo dicho, el duendecito adorable volvió a ser feliz, ella caminó hasta donde estaba la salida del estacionamiento, la cogí del brazo delicadamente y ella giro a verme confusa.

"De un extremo a otro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora