Capitulo 36

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Narra Oriana:

-¿te sientes mejor?- dijo mamá mientras me servía lo que parecía ser caldo de pollo.

-sí, ya me siento mejor, gracias ma- el timbre sonó por toda la casa, mi madre dejó lo que estaba haciendo y fue a abrir, la verdad no me sentía muy bien del todo, tenía ganas de dormir todo el día.

-hola, ¿adivina quién soy?- dijo una voz grave a mis espaldas, mientras me tapaban los ojos, sonreí al instante, ese no podría ser otro que Marco.

-hola, Marco, ¿Qué haces aquí?- él tomó asiento enseguida de mí y pasó su brazo por mis hombros dándome un cálido abrazo, vi unas flores delante de mi puestas en la mesa, eran rosas rojas, muy bonitas-

-pues, vine a ver, a la chica, más hermosa... que da la casualidad, es mi novia, ¿la conoces?- el comenzó a hacer bizcos con los ojos y no pude evitar reírme, mi mamá entró a la cocina y nos miró tiernamente.

-¿te sirvo Marco?- dijo mamá, él negó con la cabeza.

-no gracias, comí en mi casa hace un momento- mi mamá se sentó a comer conmigo, Marco era totalmente encantador, y a mi madre la tenía totalmente ganada.

-bueno, yo ya terminé, y aprovechando que tú estás aquí, ¿podrías cuidarla un rato?, tengo que ir a ver a dos pacientes hoy- dijo mamá mirando a mi novio.

-claro, no hay problema- dijo él con una sonrisa gigante en el rostro.

-perfecto... bueno, nos vemos luego, chicos, llegaré para antes de la cena, cariño, tu padre dijo que vendría como a eso de las 6 a verte, te quiero, si te sientes mal no dudes en llamarme, adiós Marco, te quedas en tu casa- mi madre salió dejándome con el, yo miré mi plato de sopa que aún estaba medio lleno, tenía que acabármelo, con mucho esfuerzo ya que yo soy de esas personas que odia con toda su alma el caldo de pollo.

-¿quieres ver algo de televisión?- le dije tratando de salir de la cocina lejos de ese plato de sopa, el entrecerró los ojos mirándome sospechosamente.

-pero no has terminado... vamos, si terminas tu sopa, te doy mi otro obsequio- ¿otro obsequio?, además de las flores imagino.

-odio el caldo de pollo, y mi mamá no es la mejor cocinera del mundo... pero no le digas que yo dije eso- Marco se río con ganas, tomó la cuchara y la sumergió en la sopa para darme de comer.

-vamos, solo...cinco cucharadas más, anda- dijo acercando la cuchara a mi boca

Flashback*

-esto es ridículo Julian, no eres mi padre-me crucé de brazos sin mirarlo, él pico comida con el tenedor y la acercó a mí cara.

-está bien, lo haremos a mi modo, yo te daré de comer- lancé una risa sarcástica, ¿Quién se cree este?, para venir a darme de comer, esto me hace pensar que estoy más como en rehabilitación que en mi propia casa.

-déjame- alejé el tenedor de mi boca de un manotazo.

-NO, "mira, haber, aquí viene el avioncito, haber, abre esa boquita"- dijo Serrano, hablando como bebé y haciéndose el gracioso, la verdad es que lo era, quise reír pero eso significaría darle la razón

-¿si como dejarás de hablar de esa forma?- el asintió, entonces yo dejé que me diera de comer y en diez minutos terminé todo lo que había en mi plato.

Fin del flashback*

Narra Julian:

-Juli, Carla no quiso ni si quiera hablar conmigo, pero, Jessica, su hermana, me dijo que ella la convencería para que vinieran a Londres- al parecer la suerte volvía a estar de mi lado y muy pronto todo esto se aclararía.

"De un extremo a otro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora