Narra Oriana:
-te amo...- sus ojos se abrieron de golpe encontrándose con los míos.
-yo...- la puerta se abrió de golpe, ella me empujó a una distancia considerable y entró un tipo con uniforme de doctor.
-hola, Doctora Sabatini, nos toca asistir una cirugía... oh, ¿estás ocupada?- ella negó rápidamente.
-no, mi... mi amigo ya se iba, nos vemos luego Juli- asentí mirándola.
-claro... nos vemos-
-¿vamos?-dijo de nuevo el tipo parado desde la puerta.
-ya voy, Josh- los tres salimos del consultorio y ella echó llave a la puerta.
Narra Rocío*
-buenos días... ¿puedes decirle a mi tío que su sobrina Rocío está esperándolo?- pero que inútil es este proletariado, la lenta de la secretaría asintió y llamó por teléfono a la oficina de mi tío, el doctor Fletcher.
-su tío está ocupado, ¿si gusta esperarlo en el sofá mientras termina su consulta?- aggh, era de suma importancia hablar con él, por lo que tendré que esperar, la secretaria volvió a su trabajo ordenando unas carpetas en su escritorio.
-¿quiere algo de tomar?- dijo otra vez sacándome de mi lectura en una revista.
-sí, un vaso con agua, gracias- ella se levantó y abrió una puerta en la que se encontraba otra oficina, a veces visitaba a mi tío, tanto que me sabía cada rincón de su consultorio, pero esa puerta jamás la había visto abierta antes, la secretaria volvió y me dio el agua, luego se metió al baño, bueno, si hecho un vistazo rápido no pasará nada, me acerqué y abrí con cuidado la puerta, me equivoqué, no era una oficina, eran los archivos de mi tío, tenía bastantes gabinetes donde guardarlos, entré y cerré la puerta detrás de mí, "desordenes alimenticios", decía el primer archivero, lo mejor de todo es que no tiene llave y pude abrirlo, no me aburriré mientras espero, todo estaba ordenado alfabéticamente, veamos que hay en la R, Ashley Reynolds, bulimia y autoflagelación, seguramente ha de ser una loca, "s", veamos... Oriana Sabatini, anorexia nerviosa... wow, ¿Oriana Sabatini?, ¿acaso estoy leyendo bien?, ¿Cuántas Oriana Sabatini hay en el mundo?. Saqué la carpeta y cerré el archivero, seguramente tendría más información. Contenía muchísimos papeles, pero nada me interesó más que la foto que venía en la hoja de evaluación, esta era la misma Oriana que yo conozco... la maldita perra que me quitó a Julian... "5 años con anorexia nerviosa", "estuvo en rehabilitación tres meses de aislamiento", "peso: 50 kg", "estatura: 1.65 mts", "padres divorciados", "de los ángeles california", "dada de alta". Seguramente estos archivos han de ser viejos, porque dice "dada de alta". Aún así esta información me sirve de mucho... no creo que a mi tío le importe que me lleve esto a mi casita. La que es anoréxica una vez... puede volver a serlo. Ese será tu precio por tener a Julian, "gata Sabatini".
Narra Emilia*
Llegué a la firma de abogados en la que trabaja Eliseo, justamente hoy tenía que encarar a Alex, en el juicio, pero Eliseo me dio instrucciones precisas de llegar juntos a la corte.
-bien, Emi, hoy dictan sentencia, el juez tiene todas las pruebas y los testigos, ¿estás nerviosa?- fuera de los tribunales Eliseo era el chico más lindo y sensible que yo hubiera conocido jamás, pero dentro de estos pareciera que no tiene sentimientos, al llegar su cara automáticamente parecía tallada en hielo y sus ojos se asemejaban a los de un tigre siberiano tratando de conseguir a su presa.
-la corte entra en sesión...tomen asiento- el juez puso en evidencia las pruebas frente a todos, fotografías mías con los ojos morados, mis brazos llenos de golpes, declaraciones de otras chicas contra Alex y la mía.
