Capitulo 27

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Narra Oriana:

-no tienes porque agradecerme...lo haría mil veces por ti...yo siempre me preocupo por ti- ¿Por qué...porque tenía que ser tan buen actor?, pareciese que de verdad me quiere, a veces yo también desearía que así fuera, pero luego las palabras, duras y frías de Carla, llegan a mí como una advertencia, y me vuelvo a decepcionar de él, esto es como un circulo vicioso, en el que desearía poder perdonar a Julian y a Sabrina, y seguir con mi vida,pero no puedo, de algún modo están ligados a mí, y no hay forma de deshacer el lazo.

-vamos a casa, linda- dijo mamá empujando la silla de ruedas y sacándome del hospital, papá me ayudo a bajar el auto y también me cargó hasta mi habitación.

-linda casa, Cathy.... Bueno, yo... ya me voy, los demás me están esperando abajo- dijo papá sintiéndose un poco fuera de lugar, besó mi frente y se despidió de mi madre, observé como ella le miraba irse, ¿es posible que ella todavía lo quiera?, bueno, quien sabe.

-necesitas más almohadas, iré por unas- dijo alejándose de mi habitación, mi celular comenzó a sonar, esta vez no era ningún tono de llamada que pudiera reconocer, miré mi pantalla y efectivamente era número desconocido, primero pensé en no contestar, pero luego, la curiosidad me ganó.

-¿Oriana?- dijo una voz que no lograba reconocer exactamente, pero que me parecía familiar.

-sí, ¿Quién habla?- una risita se escuchó del otro lado de la línea.

-soy Marco, de la escuela...-

-oh, sí , claro, ya recuerdo... hola Marco, ¿a qué se debe tu llamada?- pregunté mientras me acomodaba mejor en mi cama.

-solo... quería saber cómo te encontrabas, lo último que supe es que te llevaron al hospital-

-sí, bueno, estoy bien, gracias por llamar...- el silencio incomodo que aparece cuando no sabes que más decir se hizo presente.

-¿te...te veo mañana en la escuela?- dijo él dudando un poco.

-sí, bueno, este... adiós, que estés bien- le dije tratando de terminar la incómoda llamada.

-igualmente... adiós- por fin colgó, no es que Marco me cayera mal, la verdad es que me caía de maravilla, pero, me ha dicho que quiere salir conmigo, y... la pura verdad es que yo, no quiero salir con él, no como algo más que no sea amigos.

Narra Julian

-no... ya déjame en paz... mamá, dile a Julian que deje de molestarme, yo no le estoy haciendo nada- gritó Yol desde la sala en la que estábamos, ambos peleábamos por el control remoto.

-¡ya basta, ambos me tiene cansada con sus peleas, los dos, están castigados, no pueden salir, no pueden ver televisión y tampoco pueden llevar el coche a la escuela, por dos semanas!- nunca en todos mis años de vida había visto a mi mamá tan enojada, Mariel solo reía desde las escaleras.

-pero mam...- trató de replicar Yol, pero mi madre lanzó la mirada matadora.

-¡nada de reproches, ni peros, no quiero volver a escuchar una queja de Julian, ni ninguna queja de Yol, son hermanos, ¿tan difícil es llevarse bien?, solo les pido un poco de paz en esta casa!- mi madre desapareció hacia la cocina todavía dando su monologo de mamá regañona, Mariel se acercó a mí y a mi otra hermana.

-par de bobos... buena suerte con los autobuses esta semana- blah blah blah, que desgracia la mía, mi plan de ir por Oriana y llevarla a la escuela se había convertido en imposible ahora que yo no tendría auto por dos semanas.

Narra Oriana:

No dormí muy cómodamente que digamos, ya que tenía que dormir de un solo lado y todo eso, pero me fue bien la primera noche con mi amigo el yeso, bañarme fue otra odisea, tuve que ponerme un plástico, y utilizar una sola mano para enjabonarme, me cayo jabón en un ojo, casi caigo de nuevo, mamá tuvo que ayudarme a vestirme, y cojeaba porque aun me dolía una pierna, sí, hoy yo Oriana Sabatini, "lucía adorable", si como no, si las momias lucen adorables, yo también.

"De un extremo a otro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora