En su último año de universidad, tras descubrir que su prometido le fue infiel y romper su compromiso, la estudiante de leyes Aria Ritt busca estabilidad en su vida, es entonces cuando su simpático grupo de amigas le tiende una mano, dispuestas a en...
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Hoy se cumplía ya un mes desde que rompí con Roy, y a pesar de que aún quería golpearme la cabeza por seguir contando los días, me sentía contenta porque ya no me sentaba a llorar por horas pensando en porqué me sentía tan desgraciada, el tiempo para eso había expirado, lo que sí aún rondaba por mi mente era esa misma pequeña pregunta: "¿Por qué?".
Anoche mientras desempacaba algunas cosas, ya en mi habitación, la cual sí fue remodelada, encontré algunas cosas que jamás me llevé cuando me fui de casa, entre esas cosas encontré cartas de Roy y fotos mías en la secundaria. No entendía y creo que jamás entenderé las razones que tendría Roy para hacerme lo que me hizo, pero también creo que tampoco es buena idea buscarle el por qué a todo. A veces es mejor dejar algunas preguntas sin respuestas.
—Aria.
Despego mi mirada de la pantalla del ordenador, encontrándome con los ojos verdes de Kelsey a punto de estallar de la emoción.
Kelsey es una de mis mejores amigas y una de las chicas más listas y con el mejor sentido de la moda que conozco. Ella era capaz de tomar solo dos prendas básicas y convertirlas en el atuendo más fabuloso de todos.
Sonrío y la invito a sentarse a mi lado.
—Se nos suma un chico de intercambio, dicen que llega hoy.
¿Intercambio a estas alturas del año? Encarno una ceja sin poder creerlo.
Estamos a unos meses de los exámenes finales, un chico de intercambio ahora era algo extraño, y estoy segura de que es solo por eso que su existencia causa tanto revuelo.
—No te creo, te apuesto a que viene de un país raro —digo resaltado algunas fechas en mi documento.
—Se llama Tom Witt, es de Inglaterra —comenta Kelsey—, viene a pasar sus últimos meses en la universidad aquí a América, por lo visto.
Rio por lo bajo. Es obvio que Kelsey tenía que saber todo su historial de vida antes de que siquiera pudiésemos conocerlo.
Tom Witt... el nombre es gracioso.
—¿Tom Witt? —pregunto.
—¿El nombre se te hace conocido? —pregunta Dakota.
—No, pero suena gracioso —digo riendo.
—Dicen por ahí que es guapo —murmura.
Es entonces como sé que Kelsey está apunto de enchufarme al nuevito incluso antes de que podamos conocerlo.
—Como si eso me importara, Kelsey —digo encarnando una ceja.
Ella ríe.
—Aprovecha la soltería, amiga —dice—, ya puedes probar de todo un poco, y eso incluye al nuevo –agrega en un tono pícaro.
—No sucederá —aseguro.
Diviso a Dakota, mi otra mejor amiga, a lo lejos. Viene en mi dirección corriendo a toda velocidad. Levanto mi mano, saludando.
