49

2K 166 29
                                    

Me doy un último vistazo en el espejo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me doy un último vistazo en el espejo. Me cuelgo el bolso al hombro y salgo del departamento sintiendo mi corazón repiquetear en mi pecho.

Estoy nerviosa.

Dakota está en su habitación recién despertando. Todo lo que sabe es que desayunará con Sam en Margarita.

Tomó un taxi.

Ni teléfono timbra.

—¿Aria, ya llegas? —la voz de Sam me perfora los tímpanos.

—Ya estoy yendo, Dak recién se levanta.

—Perfecto, porque los violinistas no llegan aún —dice nervioso—, casi todos están aquí, se van a hacer pasar por comensales...

—¿Cómo te sientes?

—Cómo si mis bolas estuviesen mi puta garganta —dice.

Me rio.

—Calma, todo estará bien, no es como si fuese a decirte que no y a botarte de su vida por siempre —le aseguro.

Se ahoga.

—Solo ven rápido.

—Ya llego.

Cuelgo, pero mi teléfono vuelve a sonar.

—No es por apúrate pero Sam está teniendo un ataque de pánico —Chris se ríe a través de la línea.

Escucho la tos de Sam al fondo. Escucho varias voces calmándolo.

—Ya llego —digo.

—Bien, porque temo que vomite su camisa —dice—. Por cierto, espero que sepas que Tom está aquí.

—Sé que está ahí...

—Y se ve sexy.

—No me digas...

—Si tú no te lo llevas me lo llevo yo...

—No seas tonto.

—Bien, es broma —ríe—, no tornen la situación incómoda, te lo advierto.

—No planeo nada.

Al llegar lo primero que hace Sam es arrastrarme a una mesa. Ni siquiera me da tiempo de saludar.

—¡ELLA ESTÁ A UNA CUADRA! ¡SILENCIO TODOS! —exclama con horror antes de sentarse en una mesa y escudarse con un menú.

Me giro hacia los rostros de mis compañeros de mesa.

El par de ojos azules me perforan.

—Hola —digo.

—Hola —dice.

—Hola a ustedes —Chris ríe.

Tom me sonríe leve y yo correspondo.

—¿Cómo has estado? —me pregunta.

EL PLAN SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora