En su último año de universidad, tras descubrir que su prometido le fue infiel y romper su compromiso, la estudiante de leyes Aria Ritt busca estabilidad en su vida, es entonces cuando su simpático grupo de amigas le tiende una mano, dispuestas a en...
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Mamá pone un enorme plato de gazpacho frente a mí. Hago una mueca levantando mi rostro hacia ella.
No me gusta el gazpacho...
—Te lo comes —me reniega.
—Pero...
—No —me corta—, te lo comes, y todo.
Gruño y meto mi cuchara en el plato.
Mi papá, sentado al otro lado de la mesa comienza a reír.
—No había visto una escena así desde hacía años —comenta—. Es lindo tenerte en casa de vez en cuando, y es lindo que hagas visitas sorpresa.
Mamá toma asiento a mi lado y sonríe al verme comer su apestoso gazpacho. Mastico de mala gana y con cara de asco.
Sonrío al verla feliz de que coma.
—¿Cómo va lo de las prácticas? —pregunta papá— ¿Ya empezaste?
—Oh, no, empiezo a mediados de mes, se supone que empezaría esta semana pero me aplazaron el ingreso—explico.
Papá me sonríe orgulloso.
—Me alegra que ya vayas a graduarte —dice—, me sorprende lo rápido que sigue pasando el tiempo.
—A mí igual.
El almuerzo transcurre de manera pacífica. Mi madre me habla sobre su nuevo proyecto, al parecer ahora quiere poner una boutique en el centro. Me parece una idea espectacular, ya que cada proyecto que tiene mi madre siempre sale bien.
Siempre he admirado a mi madre, y siempre lo he dicho.
Cuando tenía quince años mi madre dejó su trabajo, abrió un café en el centro de la ciudad y le fue tan bien que ahora tiene tres cafés en distintos puntos de la ciudad. Jamás se aburre de trabajar, adora mejorar su trabajo todo el tiempo.
Al terminar de comer mamá trae de la cocina pie de fresas.
—¿Quieres que salga rodando de esta casa? —pregunto.
Ella sirve el pie en sus adorados platos de porcelana rosa.
—Mi intención es rellenarte hasta que no puedas moverte y te quedes hasta mañana —dice poniendo el plato frente a mí.
—Mamá, tengo que entrar en un vestido en unas horas...
—¿Una cita? —pregunta sorprendida.
Papá dirige su mirada hacia mí y entrecierra los ojos.
—No, iré con mis amigos a una fiesta —explico viendo el rostro de mi padre relajarse.
Mi padre siempre ha sido muy celoso en lo que a mí respecta, incluso estando tantos años con Roy mi padre no lo aceptaba del todo, y cada vez que tenía oportunidad se burlaba de él. Cuando supo lo que Roy había hecho quiso asesinarlo.
