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Dakota y yo entramos a Lori's buscando con la mirada a Martin, el encargado del lugar

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Dakota y yo entramos a Lori's buscando con la mirada a Martin, el encargado del lugar. Algunos minutos después nos encontramos en la barra bebiendo y hablando sobre los cuadros que me envío Roy descaradamente. Le hablo sobre cómo me siento al respecto y de manera inevitable comparto mi dolor, ese dolor que se niega a dejar mi corazón.

—Debes detenerte ahora, Aria —me reprende en medio de un gruñido—. Estoy realmente cansada de verte en lo mismo una y otra vez, respeto tu dolor, y sé que es difícil, pero ya es suficiente, y si no vas a hacer algo al respecto yo lo haré.

Agacho la cabeza como cachorro al que reprochan por mearse en el sofá.

—¿Qué harás? —pregunto.

—El Plan S comienza hoy —murmura.

—¿Cómo?

Ella me mira fijamente, sopesando sus próximas palabras, bebe un trago de su vaso y gira medio cuerpo hacia mí.

—Acércate a ese chico y háblale.

Frunzo el ceño y toda desconcertada giro en mi asiento buscando a la persona que me señala.

Un chico rubio con aspecto timorato bebe en una mesa solo, mirando su teléfono.

Me giro hacia Dakota y niego.

—¿Por qué haría eso? —pregunto.

—Mira, todo el maldito tiempo has estado con Roy, jamás te has acercado a un chico, jamás has coqueteado, jamás has hecho nada sin él... quizá hacer esas cosas te ayuden, conocer gente, salir con tus amigos, hablamos de esto el sábado con Kelsey... —se encoge de hombros—, solo quiero verte afuera más seguido, Aria, detesto llamarte en las tardes y que me digas que estás en el sofá viendo películas.

Dakota está preocupada por mí, y lo admito, ella está en lo correcto. Todo este tiempo me he perdido de mucho, no digo que Roy sea el diablo ahora o una maldición, pero Dakkie está en lo cierto, hay mucho que no he hecho, hace tiempo no salgo sola, hace tiempo no tengo tiempo para mí y no he tenido la oportunidad de acercarme a ni un solo hombre.

Me estoy llevando todo el dolor y lo peor porque yo quiero que sea así...

Me levanto de mi asiento en silencio.

—¿Qué quieres que haga con él? —pregunto.

Dakota me sonríe victoriosa.

—Coquetea, quiero que vuelvas aquí con una cita programada para el sábado.

Asiento múltiples veces.

Camino hacia la mesa del chico rubio indecisa. Veo a Chris observarme desde la mesa del otro extremo del bar, me mira extrañado. Lo saludo con la mano.

Pensé que ya se habría ido a casa, pero no, sigue acompañado de los chicos y Tom.

Me siento en la silla frente al muchacho y sonrío amable.

EL PLAN SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora