25

3K 210 14
                                    

Abro la puerta del departamento, encontrándome con la pared del pasillo recibidor vacía y sin vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abro la puerta del departamento, encontrándome con la pared del pasillo recibidor vacía y sin vida. Me digo a mí misma que pronto compraré esos cuadros, tengo fe en que pronto me caerá alguna oferta de empleo. Compraré esos cuadros con dinero que salga directamente de mi esfuerzo.

Dejo mi bolso en el taburete del pasillito, no sin antes sacar la bolsa de papel ya vacía. Debo decir que Tom hace los mejores sándwiches de jamón y queso.

Dakota está sentada en el sofá, con las piernas cruzadas y descalza, leyendo un libro de la universidad.

—Hola —le digo.

—Aria —sonríe alegre.

—Ya llegué —digo con cansancio.

Dejo la bolsa sobre la barra.

—Ven, siéntate conmigo —dice ella palmeando el sitio contiguo al de ella—, ya empecé a estudiar para los finales...

Voy hacia ella y me deslizo con pereza a su lado, me recuesto poniendo mi cabeza sobre sus piernas. Me quiero poner a llorar, pero no puedo hacerlo, no estaría bien. Y tampoco puedo contarle de Roy.

—¿Cómo andas con Tom? —pregunta acariciando mi cabello despreocupadamente—, veo que se llevan bien.

Encarno una ceja ante su insinuación.

—Estamos tranquilos, hemos estado saliendo algunas veces —digo encogiéndome de hombros.

—Se ha quedado a dormir —dice ella riendo.

—Sí, llegamos de cenar tarde y le sugerí quedarse —digo.

—Se veían malditamente adorables con sus outfits de gemelitos —comenta con gracia— ¿Cuándo pensaban decirnos que son novios?

Casi me atoro.

—Oh, no, no... no somos novios —digo enderezándome—, eso no.

—Bueno, sea lo que sea que tengan, espero que progrese —dice sonriente.

Decido finalizar la conversación sobre lo que tengo con Tom preguntándole sobre Sam. No me encuentro muy bien como para hablar de Tom.

En cuanto le pregunto por el ojiazul sus ojos brillan con amor y las palabras le salen hasta por los codos.

—Oh, estamos muy bien, él me hace feliz... por cierto... ¿Sabías que nuestra Kelsey está saliendo con alguien?

Me atoro con mi propia saliva y empiezo a toser.

No tenía idea de nada. De repente pienso en que no la he visto mucho desde la fiesta de la fraternidad en la que accidentalmente me enrollé con Tom.

—¿Cómo? —pregunto sobrecogida.

—Sí, y lo peor es que no lo supe por ella, lo supe por Finch —dice escandalizada.

—Necesitamos hablar con ella —digo cruzándome de brazos.

EL PLAN SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora