Temo- ¿Eso es posible?

8.5K 741 178
                                    



Me encontraba con mi suegra en su casa, le ayudaba a preparar la comida, había pasado a dejar a Ari al trabajo y de ahí había ido a casa de mi Mamá-suegra, quería que fuera a comer con ella, y los niños.

-Temo, sácame por favor el pollo de el refrigerador, te voy a preparar el mole que tanto te gusta.

De solo escuchar la palabra "mole" me había dado asco, incluso mi suegra lo noto.

-Temo, ¿no crees que has estado muy raro? Digo, hace unos días hiciste lo mismo con la comida de mi cuñis, Blanca, se te antojo tanto el brócoli, y tú odias las verduras. Si no fuera por qué tú y mi Ari son hombres diría que estás embarazado.-Reímos.

-Nombre, eso es imposible, solo que supongo que ya no me gustan las mismas cosas. No se preocupe suegra. Mire mejor vamos a hacer unos chilaquiles, de eso que tanto me gustan.

Me dio alguna nostalgia mirar a Alek, ella era un sueño para mi, verla crecer, y cuidar de ella me encantaba, yo quería pasar por lo mismo que Polita. Pero eso jamás pasaría.

Al empezar a caer la noche, decidí ir a casa de papancho, de seguro ya estaría en su casa, Ari tenía cosas que comprar, así que llegaría tarde a casa.

-Mira nada más quién se dignó a visitarme, ya te extrañaba bombo.

-Perdón abuelita Crisanta, pero había estado apoyando a Yolo, y la universidad. No me daba tiempo.

-Ay si, pobre muchacha, imagínate aparte tener que soportar tener de abuela a Imelda, y viviendo con ella.

-Oye, acuérdate que también es mi abuelita. ¿Y las calcomanías y el canelito?

-Fueron al cine, con Susana, les prometió salir, y se fueron sin mi.

-¿Y Axel?

-Ay, anda bien emocionado con su boda, fue a ver cosas para eso, con Linda. Ya se me va a casar mi muchacho, y sin ti en esta casa, ya se siente vacía. Bueno que no estés no es novedad, tú nada más venías a dormir. Ay no.

-Lo que hace el amor, y ¿papáncho?

-Esta en la biblioteca, ya me voy yo, quede de ir con Neto y Grecia a echarnos unos tequilitas.

Me encamine a la biblioteca y encontré a mi papá sentado mirando una caja que hace tiempo había guardado en la biblioteca. Eran recuerdos de mi mamá y Rebeca.

-¿Que haces papá?

Mi papá volteó a verme, y veía lágrimas en su cara.

-Temo, hay que hablar de algo hijo.- Su rostro no me decía nada.- Recuerdo el día que naciste, tú mamá se nos fue de este mundo hijo, no sin verte a ti, y darse cuenta que trajo a un ser maravilloso. Mi miedo de perderla era muy grande, pero al menos me dejo a un precioso regalo. Tú mi Temo. Ese día las noticias no acabaron. Los médicos me dijieron que tenías algo tan rato e inexplicables, podías producir ovulos hijo, y eso podía procrear vida.- Las palabras de polita venían a mi mente y mi cara era una sorpresa.-Nunca lo dije por qué pensé que... bueno tú sabes hijo, que serías hetero. Y ahora que Tú y el Aris están juntos, es obvio que la hormona les gana, y me siento mal de no haberte contado.

-Papa ¿estás seguro que eso eso posible?

-No me digas que tú y el Ari. ¡No me digas eso Cuauhtémoc López!

¡Hola, les dejo una notita, ando contenta porque escribí esto en la madrugada de literalmente ayer. En menos de 24 horas, estaba leyendo algo de Aristemo, pero era muy confuso y quería algo así. Y la imaginacion me gano y me escribí dos capítulos en menos de dos horas. Me siento bien de que tenga como 40 vistas en tan poco tiempo. Si comentaran me Harían muy feliz, no me importan los votos, prefiero saber si les gusta esta novela. Gracias.

Bebé En Camino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora