Capitulo 4: Clases de etiqueta con Reiji

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Pensé que todo lo que había pasado ayer había sido un sueño, pero al levantarme y ver que estaba abrazada por Ayato, me di cuenta, que no había sido un sueño.

Por alguna extraña razón, no me molestaba estar así con el, en lo absoluto, pero eso no quitaba el hecho de que ayer me había doblado el pie, amenazado y gritado. 

Me gire lentamente, el me estaba abrazando de atrás, así que al girarme, quedamos cara a cara. Se veía tan tranquilo así, que hasta me había dado ternura. Pero de golpe el abrió los ojos, y me vio sorprendido.

-Buenos días- dije, tratando de que el no se enojara.

-Hola- respondió seco, empujándome un poco, y levantándose de golpe.

-Ayato, ¿Re puedo preguntar algo?- sabia que se podía llegar a enojar rápidamente, pero lo tenia que preguntar.

-Pregunta. - Respondió.

-¿Por, por que querías que duerma de nuevo contigo?- el corrió la mirada rápidamente, luego de unos segundos respondió.

-Tu eres pertenencia de Ore-Sama, y no quería que alguno de mis hermanos toque lo que es mio. Solo es por eso, no te creas tan especial.- su tono era arrogante, pero sabia que atrás de ese tono y mirada arrogante, el ocultaba algo.

-Esta bien- estaba cansada de que siempre digan que yo era de su pertenencia. Suspire cansada y con la mirada abajo. Me pare en la cama, y pegue un salto, para poder bajar de esta. Me acerque a la puerta, pero antes de poder salir, la mano de Ayato agarro la mía, sorprendiéndome con su acto.

-Vamos a desayunar- ni me miro cuando hablo, pero yo sabia perfectamente, que tenia que obedecerlo, o si no algo feo me podía pasar. Asentí levemente con la cabeza, y nos dirigimos hacia el comedor.

Todos estaban sentados, mi lugar era entre Sabaru y Shu. Solté la mano de Ayato, pero antes de poder, empezar a caminar, el me atrapo nuevamente.

-¿Que?- pregunta ya cansada de su actitud.

-Recuerdalo, tu eres solo mía niña.- Su mirada me asusto, haciendo que con miedo asienta con la cabeza.

Me senté en mi lugar, y empece a desayunar en silencio, tratando de que esta vez nada salga mal, cuando comía.

Pero, yo tengo tanta suerte. El tenedor se me callo, haciendo que el sonido del metal chocando con el suelo, sonara por toda la habitación. Todos se giraron a mirarme.

-Akira, después de desayunar, vendrás conmigo- Trague en seco, cuando las palabras de Reiji salieron de su boca. ¿Y si Ayato se enojaba por esto? ¿Y si volvía a gritarme?. Reiji noto mi preocupación, y respondió como si me estuviera leyendo la mente.

-Ayato, ella no es solo de tu pertenencia, hasta que ella no elija a uno, sigue siendo de cada uno de nosotros de igual manera, ¿Has entendido?- Ayato frunció el ceño, y a regañadientes, respondió.

-Okey- Dijo en un tono cortante. 

Ya todos se habían levantado de desayunar, solo quedábamos Reiji y yo. El seguí comiendo pacientemente con esa expresión severa. Yo me movía en mi lugar inquieta.

-Termine. Vamos- sin tiempo de responder, se levanto y empezó a caminar. como pude me levante, y acelere el paso para estar a su altura.

Llegamos a una habitación, con muchos instrumentos raros, por lo que vi en los dibujitos y lo que se, esto tendría que ser algo así como un laboratorio. Emocionada por el hecho de estar en un Laboratorio, corrí hacia los artefactos que habían en la habitación, pero una mano me detuvo antes de que pueda tocar alguno.

-No, no toques eso niña.- bufe por no poder tocarlos, pero no dije nada.

-Ahora, primero, te enseñare a caminar.- ¿Caminar? pero si yo ya se caminar.

-¿Que, por que? Yo se caminar.- Pregunte y asegure confundida.

-Si, pero no caminas como una dama.- Que exigente. Tomo dos libros muy gruesos y me miro.

-¡Oye!- Respondí enojada. 

-Solo cállate y haz lo que te digo niña.- Lo fulmine con la mirada. No podía decir nada, no quería pasar de nuevo por lo mismo. Bufe y me cruce de brazos.

-Bien. Ahora quédate quieta.- Se me acerco y puso eso gruesos libros sobre mi cabeza, por lo que baje un poco la cabeza por el peso.

-Auch.- bufe.

-Ahora sígueme, trata de caminar con eso en la cabeza.- espera que?,

-Iremos hasta el comedor.- ¿Que, bajar las escaleras, con esto en la cabeza, y que no se me caigan? ¿Acaso esta loco?  

-¿Que?, eso es imposible genio.- Me queje. 

-Cállate, y haz lo que te digo- Demando. Yo solo asentí con la cabeza enojada. 

Empezamos a caminar, y yo ina lento. Tratando de mantener el equilibrio y de que no se me caigan. Pero alguien me empojo haciendo que caiga al piso. 

-Oye- levante la mirada rápidamente encontrándome con Raito.

-Oh estas en clases de etiqueta Baby-chan. Muy bien, asi cuando seas mayor seras toda una dama cuando seas mi novia.- Sus palabras me dejaron estupefactas y algo sonrojada.

-Raito, no interrumpas, vete- Ordeno Reiji. Raito lo miro con su típica mirada burlona y se fue.

-¿Te encanta causar problemas no niña?- pregunto Reiji.

-El me empujo- Respondí a la defensiva.

-Cuando alguien te dice algo como eso, tu tienes que decir que no fue tu intención, no así- Yo solo bufe y asentí.

-Ahora, vamos a tomar el te.- Ordeno. 

-¿El te? pero si recién desayunamos.- Pregunte confundida. 

-Te enseñare como tomarlo correctamente, ahora, deja de hacer preguntas, y tu solo obedece.-  Termino de hablar y empezó a caminar. 

-Okey- Respondí y empece a seguirlo. 

Reiji me guió hacia el patio, donde había una pequeña mesa redonda, con una silla de cada lado, una tetera y dos tazas de te de porcelana sobre la mesa. 

-Ahora, cuando una dama se sienta, siempre lo hace con elegancia, cuando se sienta cruza las piernas, y pone la servilleta encima de las piernas, para no ensuciarte de mas.- Explico, mientras se sentaba y hacia lo que me había explicado. 

-Ahora, hazlo tu- Ordeno. Yo me dirigí hacia la mesa, y sorpresivamente lo que el me había dicho, me había salido. 

-Bien, al fin haces algo bien.- Gruñí por su comentario. 

Y así estuvimos todo el día, aguante los regaños de Reiji TODO el santísimo día. A la hora de cenar, Reiji paro con las clases. Ya que había tenido que almorzar con el, y me estuvo regañando todo el día de que cortaba mal, y que tenía que cerrar la boca, y que no le tire comida a su cara, cosas pequeñas. 

Me senté en mi lugar y en silencio empece a cenar, sin mirar a ninguno de los seis chicos que estaban en la misma habitación que yo.   

-Mañana pasaras todo el día conmigo.- 

✅ Editado


Después de Yui [D.L] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora