Desperté. Y recordé lo que había pasado, me toque el cuello y sentí las dos pequeñas cicatrices de los colmillos de Subaru. Suspire.
Mire a mi alrededor, esta no era mi habitación. La habitación tenia casi los mismos muebles que la mía, pero era mucho mas oscura y tenebrosa.
La puerta se abrió, y Subaru entro, seguido de Ayato.
-Q-que hago aqui?.- Pregunte un poco confundida.
-Te desmayaste, y te traje aquí, por que estaba seguro que algunos de ellos te mordería mientras duermes.- Que considerado, el me desmaya, pero no quiere que nadie mas me muerda. Pense sarcástica.
-Esta bien, gracias, supongo.- Y mi mirada fue dirigida a ayato. -Tu que haces aqui?.- Pregunte levanta dome y dándome cuenta que tenia puesto el piyama, me sonroje, por pensar que uno de ellos me halla visto en ropa interior.
-Vi a Subaru cuando entro a su habitación con tigo en brazos y vine a preguntarle que pasaba.- Respondió.
-Bueno, gracias por tu atención Subaru. Pero Yo me voy a mi habitación.- Sali de la habitación sin dejarlos decir nada mas y comencé a caminar hacia mi cuarto.
Me sentía débil, estaba mareada, y seguramente seria por la reciente perdida de sangre.
(...)
Baje a la cocina a comer algo. Mire bien que ninguno de los Sakamaki estuviera ahí. Y cuando confirme que no había nadie, entre.
Suspire.
Tenia hambre.
Habri la heladera y había mucha comida. Divise mucho dulces, pero seguro eran de Kanato y no le quería dar una excusa para que el también me clave sus colmillos.
Me hice un sándwich. Guarde los ingredientes. Y me sente en la mesada a comerlo.
Comencé a comer en silencio. Como ya me había acostumbrado después de vivir años con los Sakamaki.
Como estarás Abuela?.-Pensé preocupada.
Sin darme cuenta, una lagrima callo, y otra, y otra. No las podía parar, estas caían sin cesar. (rimo ahrre)
Deje el sandwich a un costado, y me cubri el rostro con las manos. Odiaba llorar expuesta, si alguno de los Sakamaki viniera, me veria llorar, y no queria eso.
Había acumulado tantas cosas adentro mio. Y ya no podía ocultarlas, ya no podía guardármelas para mi. En todos estos años, había intentado no llorar, ni lamentarme. Por que sabia que era para el bien de mi familia, pero no lo podía evitar. Ya no podía mas. Ya había "explotado" literalmente.
-Las Damas suelen guardarse sus sentimientos y nunca decir nada, ni quejarse. Te enseñe bien.- La voz orgullosa y seria de Reiji fue como sentir una patada en la cara. Solté una risita burlona.
-No, no me enseñaste muy bien. Si no, ahora no estaría llorando.- Por primera vez, le hable arrogante. Yo le había hablado así a Reiji?. No lo podía creer, y de alguna forma, me gustaba.
Reiji frunció el seño.
-Akira, que es esa forma de hablar tan irrespetuosa?.- Pregunto sorprendido y a la vez enojado.
-Supongo que es la edad.- respondí normalmente, bajando de la mesada.
-Pues no me gusta.- me acuso.
-Y que quieres que haga?.- Le conteste. Y ahí me di cuenta. No le estaba hablando mal a cualquier persona, era un Sakamaki.
-Te castigare por tu arrogancia.-Entonces una sonrisa que nunca había visto en Reiji aparecio. Y estaba para decir que me dava mucho miedo. Sus ojos habia cambiado, ya no mostraban seriedad.
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Después de Yui [D.L] (EDITANDO)
FanficY ella se fue, dejando corazones y orgullos rotos en el camino. Y Akira llegó después de ella, pagando la deuda que aquella mujer había dejado. ADVERTENCIA: Esta historia contiene contenido viejo y explícito, faltas de ortografías y errores gramatic...