El frio viento golpeaba mis mejillas haciendo que estas ardieran levemente.
Cerre los ojos y estire los brazos lentamente.
Me dolia todo, me sentia cansada. Abri los ojos. Y observe el lago que estaba frente a mi. Si solo diera un paso mas, estaria undiendome en el agua casi congelada y perdiendo la vida lenta y dolorosamente.
Pero no me animaba, mi cobardia era demasiado grande. Y una parte de mi no queria hacerlo, una parte de mi queria ser como ellos, pero yo no lo aceptaba, no queria.
Me gire, y comence a caminar lentamente hacia la gran mansion.
Mis pies delcalzos casi se arrastraban por la tierra, lo unico que llevaba puesto era una camison que me llegaba hasta los tobillos. Pero no me importaba, ya nada importaba.
Frente a mi habia un camino de marmol y a cada lado una ilera de distintas rosas.
Camine entre ellas, hasta llegar a la mitad del camino, me gire y tome una rosa blanca con mis manos.
Una espina pincho uno de mis dedos, pero no me preocupe por llevar el dedo a mi boca o parar la sangre que comenzaba a salir de el.
Me gire y cerre los ojos, los abri. Y frente a mi estaban esos 6 jovenes que se alimentaban de mi.
Raito se acerco a mi lentamente y tomo mi mano de donde ese dedo sangraba.
La levanto y llevo el dedo a su boca, sin clavarme los colmillos, solo succionando.
Mi mirada se dirigio a el, sus ojos estaban cerrados, y una expresion poco sana estaba dibujada en su rostro.
No me asuste, no intente alejarlo de mi, solo lo miraba, sin ninguna expresion en mi rostro.
El se alejo de mi y solto mi mano.
-¿Que haces aqui, a estas horas?.- Pregunto Reiji con su habitual tono serio.
-Solo queria tomar aire.- Mi respuesta sono casi como un susurro.
-Vamos a dentro, deberias estar mas abrigada.- Esta vez hablo Raito.
-¿Donde esta Ciro?.-
-Donde tiene que estar por tocar lo que no es suyo. Y ni se te ocurra querer verlo, o reciviras una castigo de Ore-Sama.- Me respondio y amenazo Ayato.
-Esta bien, no quiero verlo.- Corri la mirada.
(...)
Observe fijamente la luna desde la ventana de mi habitacion.
Mañana cumpliria 14 años. Sentia que habia vivido demasiadas cosas para mi corta edad.
Cerre los ojos y apoye mi frente sobre la el vidrio de la ventana. Suspire, haciendo que el vidrio de empañe.
Me sobresalte al sentir una mano en mi cintura, y rapidamente me gire.
Ayato estaba a escasos centimetros de mi, pero al estar acostumbrada a esto, no me sentia nerviosa ni nada.
-¿Donde te mordio Ciro?.-Pregunto con un poco de ira.
No respondi.
-Respondeme Akira.-
No respondi.
Puso sus manos sobre mis hombros y me empujo, pegando mi torso contra la ventana.
-Respondeme.- Sabia lo que seguia, asi que, tube que responder.
-En el cuello.- Mi voz sono apagada y demasiado baja.
Mi mirada estaba baja, no lo miraba a los ojos. Senti su suave y fria mano en mi menton.
Lo levanto lentamente, hasta que mi mirada se encontro con la suya.
-Siempre, mirame a los ojos.- Se acerco lentamente y pego sus labios con los mios. .
Sus manos estaban en mi cintura. Y sus labios se movian de una manera suave.
Tiro de mi, comenzo a caminar hacia atras sin despegar sus labios de los mios. Sus piernas chocaron con la cama y y ambos caimos sobre ella.
Yo estaba sobre el, y el no me soltaba, llevo su mano derecha a mi nuca para tratar de profundisar mas el beso.
Cuando sentia que me quedaba sin aire el se separo de mi.
Se sento sobre la cama y yo quede sobre sus piernas.
Una risa se escucho detras de nosotros.
-Ne...Ayato-kun. Comparte un poco.- La voz pervertida y juguetona de Raito inundo la habitacion.
Senti como Raito tiraba de mi, haciendo que yo caiga tendida en la cama.
Ayato gruño por lo bajo, pero no dijo nada. Se colocaron uno a cada lado de mi.
Raito se inclino lentamente, y Ayato lo acompaño. Sin darme cuenta ellos me habia quitado el camison, y yo me encontraba solo en ropa interior.
Me sonroje rapidamente e intente levantarme, pero ambos tiraron de mi y volvi a caer.
Raito se inclino nuevamente, y su rostro que do a escasos sentimetros de mis senos. Pego sus labios a mi seno izquierdo y con su lengua lo lamio.
Un gemido involuntario salio de mi boca y una sonrisa aparecio en su rostro.
Senti como clavo sus colmillos en mi, en mi seno, y gemi de dolor.
Ayato llevo su mano izquierda a mi vientre, y comenzo a acariciarlo. Se inclino, su boca se dirigio a mi seno derecho y sus colmillos se clavaron en mi.
Sentia como succionaban lenta y dolorosamente.
Y entonces me asuste, algo habia deapertado en mi. Una parte de mi, decia que esto le gustaba. Y eso me aterro.
Ambos se separaron de mi. Raito llevo su mano a mi mejilla y la acaricio lentamente con una sonrisa que nunca habia visto en el. Ayato imito su accion y entonces lo vi.
Me estaba sonriendo, de la misma manera que le habia sonreido a mi abuela en ese sueño.
¿Eso significaba que el, ellos me, querian?
No, ellos no podian querer a nadie mas que no sean ellos mismos.
Comence a sentirme mareada. Ya sabia lo que venia.
(...)
-Feliz Cumpleaños Akira.-
Estaba sentada justo el la punta de la mesa, con un pastel de chocolate frente a mi, que seguramente habia sido eleccion de Kanato.
Me incline y sople las velas. Pero esta vez, no habia ningun deseo. Pero no por que sea feliz y no deseara nada, mas bien era por que.
Habia aprendido que aunque deseara algo con todas mis fuerzas, no se cumpliria.
Unos aplausos se escucharon a mi alrededor, y levante la mirada para encontrarme con cada uno de los Sakamaki mirandome atentamente.
-¿Que deseo pediste Akira-Chan?.- pregunto Kanato con su voz infantil y diabolica.
-Nada, Kanato-kun.- Respondi sin expresion alguna, y el parecio extrañarse.
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Después de Yui [D.L] (EDITANDO)
FanficY ella se fue, dejando corazones y orgullos rotos en el camino. Y Akira llegó después de ella, pagando la deuda que aquella mujer había dejado. ADVERTENCIA: Esta historia contiene contenido viejo y explícito, faltas de ortografías y errores gramatic...