Abrí los ojos lentamente. Me encontraba en mi habitación, me levante y camine hacia el baño.
Cargue la tina, y me me sumergí en el agua caliente. Suspire.
Por mi mente comenzaron a aparecer las imagines de todo lo ocurrido en estos días. Me sentía una cualquiera, dejando que todos ellos hicieran lo que quieran conmigo, pero, ¿Que podía hacer yo? ¿Como podía defenderme de vampiros?
Exacto, no podía. No tenía como. Era como querer detener la lluvia con las manos, imposible.
La esperanza de ser libre la había abandonado hace ya bastante tiempo, había pasado tanto tiempo encerrada, que ya no lograba distinguir el sentimiento de libertad, solo era un vago recuerdo, un sentimiento olvidado.
Como si nunca hubiese existido.
Salí de la tina, me vestí con un pijama y salí dela habitación.
Me encamine hacia el comedor, ya era hora de desayunar. Entre a el comedor, y todos ya estaban ahí, me senté entre Ayato y Kanato.
El silencio habitual inundaba el ambiente. Levante la mirada, y la clave en Reiji que estaba frente a mi. El noto mi mirada y me la devolvió serio.
Lo estaba retando con la mirada, sabia que estaba jugando con fuego, pero en este punto de mi vida. Después de haber vivido tantas cosas. ¿Acaso importaba?
Levante una ceja, y sonreí burlona. El frunció en ceño extrañado.
Tenía dos opciones:
1: Volverme una persona completamente sumisa como últimamente había sido.
o
2: Convertirme en un ser sádico y cínico, como ellos. Ser como ellos, ser lo que había detestado y que me había causado tanto daño tanto a mi, como a mi familia.
Sonreí.
Ya había tomado mi decisión, y ya no volvería atrás.
(...)
Mi ropa habitual consistía en cualquiera de todos los pijamas que tenia. Hace mucho tiempo no me vestía como una chica normal.
Observe un poco frustrada ese gran ropero lleno de ropa que nunca había usado.
Cuando me vino mi periodo por primera vez, había comprado mucha ropa. Y casi ni la había usado.
Pero había llegado el momento de usarla, cambiaría, por dentro y por fuera. Tome unas tijeras, saque la mayoría de la ropa de "señorita" que Reiji me había comprado.
Tome unos Jeans negros, y sin dudar....
(...)
Pase casi toda la tarde, pero al fin, había cumplido con mi cometido.
Me observe fijamente en el espejo. Llevaba puesto los jeans negros, pero estos estaban cortados justo en la parte de la rodilla. Mi camiseta blanca tenía uno que otro agujero, la camiseta me llegaba hasta la mitad del trasero, sobre esta llevaba un saco rosa pálido parecido al de Shuu.
Sonreí.
Esta no parecía yo, y eso, era perfecto.
Mire el reloj que estaba pegado en una pared de mi habitación y sonreí.
Perfecto, ya era hora de cenar.
Pero me faltaba algo, me acerque mas al espejo, y observe mi rostro.
Rebusque entre mis cosas, tenía que tener alguno de esos, revolví toda mi habitación. Hasta que por fin, lo encontré.
Ahora si.
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Después de Yui [D.L] (EDITANDO)
FanfictionY ella se fue, dejando corazones y orgullos rotos en el camino. Y Akira llegó después de ella, pagando la deuda que aquella mujer había dejado. ADVERTENCIA: Esta historia contiene contenido viejo y explícito, faltas de ortografías y errores gramatic...