Después de Yui [D.L] (EDITANDO)

Capitulo 30: ¿Quieres jugar? Que comience el juego entonces

Mi respiración estaba entre cortada. Mi corazón iba a mil. No se por que lo estaba haciendo, pero mi instinto me decía que no pare.

Tenia pequeños rasguños en el rostro gracias a las ramas. Mis pies estaban sucios y lastimados. El frió quemaba mi piel, haciendo que entre cerrara los ojos.

Seguí corriendo. Podía verme, sabia que era yo la que corría. Pero no sabia el por que. Solo sentía un gran nudo en la garganta, sentía nostalgia y tristeza.

Si seguía corriendo caería, pero no frene, seguí, y salte.

Por un momento pensé que podía volar, por un momento me sentí libre, como hace tiempo no me sentía.

Imágenes comenzaron pasar por mi mente. Pero no estaba segura si era algo que había vivido o solo un sueño.

Los Sakamaki estaban ahí, un gran sentimiento de tristeza me inundo al pensar en ellos. Y no lo entendía.

¿Por que estaría triste al pensar en ellos? ¿Por que?

Cerré los ojos tratando de ignorar esos sentimientos.

Estaba preparada para sentir el golpe, para caer en ese sueño eterno del que nunca despertaría.

Cerré con fuerza los ojos.

Sentí un golpe.

Pero cuando los abrí. No había chocado con la tierra.

Estaba en el suelo de mi habitación. Me había caído de la cama, solo fue un sueño.

Me pare y toque mi cabeza con mi mano derecha, me dolía. Fruncí el ceño.

Mire por la ventana, era de noche. Era hora de ir a desayunar.

Tome un baño, y me cambie, con la ropa que ahora me era habitual.

Baje, y entre al comedor. Me senté entre Raito y Subaru.

Como siempre todo era puro silencio, uno que se había vuelto un poco mas tenso desde que yo había decidido cambiar.

(...)

Raito estaba frente a mi. La sonrisa dibujada en su rostro, y ese brillo en sus ojos lo delataban.

Sus intenciones no eran buenas. Y es que en realidad, nunca lo habían sido.

Me empujo, pegando mi espalda a la pared, aprisionan dome entre el y esta.

-Baby-chan....me gusta tu nueva actitud.- Llevo su mano derecha a mi mentón y lo acaricio.

Mi mirada solo era de desprecio.