Capitulo 32: De alguna manera, los extrañaba.

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El patio de esta casa era mas pequeño que el de el de la mansión Sakamaki. Me sentía mal, me sentí como un juguete, no quería dejar que los Mukami me mordieran. No quería que ellos probaran mi sangre.

Suspire.

Me recosté sobre el pasto y cerré los ojos. Pasaron unos minutos hasta que por fin los abrí. Me asuste al encontrarme con unos ojos azules acompañados por una sonrisa divertida.

-Neko-chan.- Pronuncio ese sobrenombre tan estúpido que me había puesto.- Déjame probar tu sangre.- Antes de que pueda reaccionar el se sentó sobre mi, y se inclino colocando ambas manos al los costados de mi cabeza.

-Suéltame IDIOTA.- Trate de empujarlo.- Ya, déjame.- El acerco mas su rostro al mio. Y pego sus labios con lo míos. Abrí los ojos sorprendida.

Por alguna razón pensé en los Sakamaki e intente apartarlo de mi nuevamente. Pero eso solo logro que el se pegara mas a mi.

Sus labios se movían desesperados, se aparto un poco de mi, y sonrió. -Ne, ¿acaso no te enseñaron a besar bien los Sakamaki?.- Pregunto burlón.

-Nunca le respondería a un beso de alguien como tu.- Respondí enojada.

-Entonces ¿por que le respondes los besos a los Sakamaki?, si ellos quieren lo mismo que yo, solo alimentarse de ti y hacerte suya.- Respondió levantando una ceja y ensanchando mas su sonrisa.

Corrí la mirada. - Tampoco le respondo los besos a ellos.- Dije sin mirarlo.

-Eres mala mintiendo Neko-chan.- Acaricio mi mejilla con su mano derecha.

Corrí mi rostro incomoda.

El acerco mas su rostro, sentí su respiración en mi cuello y cerre los ojos con fuerza.

Gemí de dolor al sentir sus colmillos atravesando mi piel.

El apretó con mas fuerza y un grito de dolor salio de mi boca.

Al fin se separo de mi, se quedo mirándome fijamente y sonrió.

-Eres deliciosa Neko-chan.- Susurro. Lo fulmine con la mirada. Y el me sonrió.

Se paro, y se fue.


(...)


-¿Que haces?.- Me acerque preocupada a Azusa. -Deja eso.- Le arrebate el cuchillo de la mano.

-¿Quieres hacerlo tu por mi, akira-chan?.- Me pregunto mirando fijamente su herida.- ¿Lo harías?.- Esta vez levanto la mirada clavando la en mi.

-Estas demente.- Respondí tirando el cuchillo al suelo. Me gire dispuesta a salir del baño, pero una mano me tomo con fuerza de la muñeca haciendo que me girara.

-Quiero probarte.- Susurro.

Su agarre era demasiado fuerte y aunque intentaba, era inútil.

Tiro de mi, pegando mi torso al suyo. Con brusquedad corrió mi cabello y se acerco a mi cuello. Me removí incomoda tratando de empujarlo.

-¡DÉJAME AZUSA!.- Grite. Lo patee con fuerza, pero para mi sorpresa el solo gimió al sentir el golpe.

-Eso solo me a excitado mas.- Susurro.

-Estas demente.- Le respondí nuevamente.

Sentí como clavaba sus colmillos con brusquedad y un quejido salio de mi boca. Llevo ambas manos a los costados de mis hombros y me apretó con fuerza.

Después de Yui [D.L] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora