Capitulo 26: Castigo.

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-Te quedaras aqui.- Reji me empujo y caí con fuerza sobre el suelo frio y sucio.

Me arrastre como pude, hice fuerza para poder sentarme y apoye mi espalda contra la pared de ladrillos sucia.

-Estaras aqui por tiempo indefinido, tenlo como el primer castigo que reciviras por tu insolencia.- Sonrei.

-Como digas, Maniatico.- El gruño por mi apodo.

-CALLATE.- Cerro la puerta de rejas tras de el y se acerco furioso a mi.

Con su mano derecha me tomo del cuello y me levanto. Me estaba ahogando.

Llevo su mano libre a mi hombro y lo descubrio levemente. Apartando un poco el camison.

Saco su mano de mi cuello e inale fuertemente. La coloco en mi otro hombro.

Se acerco y clavo sus colmillos en mi hombro descubierto.

Pegue un grito por la fuerza con la que me mordio y las lagrimas comenzaron a salir.

Sollozaba silenciosamente, mientras el absorbia desesperado.

Me solto con fuerza y cai sentada sobre el suelo.

-Al menos tendras a alguien con quien hablar.- Dijo antes de salir del calabozo y cerrar con llave.

Mire a la celda que estaba frente a mi, y divise esos ojos azules en los que llegue a confiar mi vida.

El me miraba fijamente, pero yo aparte la mirada y abrace mis rodillas tratando de que el frio desapareciera.

Cerre los ojos, y trate de dormir un poco.

(...)

Abri los ojos lentamente, note rapidamente que no estaba en la celda.

Estaba encadenada a una pared con los brazos erguidos y el camison ya no lo traia puesto.

La puerta de metal que estaba frente a mi se abrio con violencia, y de ella entro Kanato junto con Raito.

Ambos me miraban fijamente, pero yo solo clave mi mirada en mis pies casi congelados.

Kanato dejo a Teddy sobre un estante, y en cambio tomo una especie de latigo.

-¿Por que dijiste esas cosas tan feas Akira?.- Se acerco un poco a mi.- A Teddy no le agrado lo que dijiste.- Susurro.

Levanto la mano con la que sostenia el latigo y con fuerza me azoto en el brazo derecho.

Un grito lleno de dolor salio de mis cuerdas vocales.

-BA-BASTA.-Grite furiosa.- ESTO ES SU CULPA! SOY ASI Y DIJE ESAS COSAS POR SU CULPA!!.- Baje la mirada cuando termine de gritar, y senti cuatro presencias mas en la habitacion.

Seguramente escucharon mis gritos.

Kanato sollozaba. Solto violentamente el latigo y se acerco a mi.

Me saco las cadenas y cai rendida en el suelo.

El se arroillo frente a mi y puso sus manos en mis hombros.

-¿Por que me haces sentir tan culpable? ¿Por que?.- No respondi. -CONTESTA.- Me movio violentamente.

Me acerco a el, y cuando pense que me haria mas daño, me pego a su pecho y me rodeo con sus brazos.

-Es mi obligacion hacerte sufrir por eso.- Susurro en mi oido. 

Queria alejarme, pero al estar tan debil no podia. Y una parte de mi no queria.

(...)

La puerta de la Celda se abrio, levante la mirada y observe fijamente a Shuu mientras el caminaba y se sentaba a mi lado.

-¿Por que piensas que soy cobarde?.- Pregunto al cabo de unos segundos.

Abrace mis rodillas y no respondi.

-Talvez lo sea.- susurro antes de desaparecer de la habitacion.

(...)

-No debiste decir nada Akira.- Susurro en mi oido. -Ahora tendras que recibir un castigo de Ore-Sama.-

Me cargo, y camino hasta una especie de muñeca de hierro, la abrio.

-No matare a mi, tal vez, futura esposa.- Me coloco dentro. Trague en seco al notar la cantidad de clavos oxidados que estaban pegados en las puertas de la muñeca.- Pero si sufriras.- Cerro la puerta con fuerza, trate de alejarme lo mas que podia de la puerta, pero eso era casi imposible.

Y senti como cada uno de lo clavos perforaba mi piel, y mi sangre comenzaba a derramarse.

Los gritos de sufrimiento comenzaron a salir de mi boca, y con ella, una risa histerica de Ayato.

-Eso es, grita para tu Ore-Sama.- Parecia excitado, y eso me hacia sentir enferma.

El golpeo con fuerza a la muñeca, y las lagrimas que trataba de contener comenzaron a salir de mis ojos.

Abrio lentamente ambas puertas, sabiendo que asi me doleria mas.

Y otro grito salio de mi boca.

Cai rendida, y Ayato me atrapo.

-Te presento a mi hermosa Iron maiden, aunque eso ya no hace falta.-  Sonrio con sadismo.

Y todo se volvio negro.

(...)

Senti unos pasos, y cuando levante la vista, me encontre con Raito.

El miraba a travez de la pequeña ventana que habia en la celda, pero yo no llegaba a ver, ya que que era muy baja para hacerlo.

Abrace mas mi rodillas y escondi mi rostro.

Tenia muchas cicatrices, una en mi brazo, por culpa de Kanato, y unas incontables  y pequeñas en casi todo el torso, por culpa de Ayato.

-Ne....Baby-Chan.- Dio unos pasos hasta estar frente a mi.- Aveces pienso, que lo mejor seria dejar de contenerme.- Se arrodillo. - Pero debo admitir, que pareces tan fragil, y me da miedo romperte.- Puso su mano derecha en mi cabello y con fuerza tiro de el para que levantara el rostro.- Pero tambien me gustaria hacerlo.-

Tiro de mi hacia el, corrio mi cabello, y me clavo sus colmillos en el cuello.

Succiono con fuerza, coloco ambas manos en mis hombros y me empujo para pegar mi espalda a la pared.

Solloze por lo bajo, y el se separo de mi.

Puso su mano en mi menton. -Tal vez deje de contenerme.-

(...)

No abri los ojos para saber quien habia entrado. Pero me di cuenta quien era cuando susurro en mi oido.

-No quiero que te desmorones como ella, no se si pueda evitarlo, pero tratare.-

Tal vez suena jodidamente estupido, pero por un momento.

Le creí.

Después de Yui [D.L] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora