Daddy Issues - Una novela Stony.

Capitulo 2

- ¿T-Tony? – balbuceo algo sorprendido, estaba altísimo y lucía muy bien, si lo hubiera visto en la calle definitivamente lo habría encontrado atractivo, bueno... que lo encontraba atractivo, pero era normal, Howard también era un hombre atractivo ¿podía decir eso no? Que Tony era un joven atractivo. No tenia nada de malo.

Tony sonrió ampliamente - ¿Quién más? – termino de bajar las escaleras y se acercó al rubio, el cual se quedó parado simplemente mirándolo.

Steve noto que se estaba comportando extraño cuando el menor levanto la ceja cuestionándolo, seguía haciendo eso con la ceja, era una costumbre que había agarrado de chico y que aparentemente no se había ido con el tiempo, antes lo hacía lucir como un niño arrogante... ahora era sexy.

- Ven aquí – dijo y paso sus brazos por el cuello del mayor para abrazarlo, Steve le correspondió aun procesando la información rodeándole la espalda, no duro mucho más que un par de segundos, que al separarse Steve quería volverlo a atraer hacia él.

La voz de Howard lo descoloco – ¿Ha crecido verdad? – dijo orgulloso de su hijo y Steve asintió riendo un poco y volviendo la mirada a Tony.

La cena fue más bien silenciosa del lado de Steve y Tony, principalmente porque Howard y María no dejaban de hablar, intentaban ponerlo al día con absolutamente todo de sus vidas, cómo había nacido la empresa, y lo bien que se había graduado Tony, también le contaron que era el mejor en la clase de ingeniería y que esperaban que pronto trajera alguna jovencita a la casa, el menor parecía no darle importancia, quizá estaba acostumbrado a aquellas palabras de sus padres aunque intercambiaba alguna que otra mueca divertida de fastidio con Steve.

El tiempo pasó y Steve no podía negar que estaba algo cansado, la mudanza y el viaje en avión lo habían agotado, un bostezo se le escapo en el medio del prácticamente monólogo de María sobre las hermosas fiestas que organizaban para Navidad, faltaba alrededor de un mes y ya la estaba organizando.

- Oh, cariño... debes estar cansado. – dijo Maria sintiéndose algo desconsiderada – ve, tu habitación esta lista, deberías acostarte.

- Pues... a decir verdad si – dijo Steve levantándose de la mesa – sabrán disculparme – dijo sonriéndoles amablemente a modo de disculpa.

- No te preocupes, Tony acompaña a tu tío a su habitación – dijo Howard terminando de tomar el café.

Tony se acercó a Steve notoriamente, casi rozando sus narices, fingió mirarlo con atención – Mmm... ojos azules, extremadamente rubio y con rasgos delicados – se alejó divertido mirando a su padre – Pues si es tu familiar debe de ser adoptado, tío mío no es – camino hacia la escalera y sin si quiera darse vuelta ni parar su caminata – ¿No vas a venir?

Steve que se había quedado algo perplejo por su cercanía y por el tonto chiste reaccionó y lo siguió instantáneamente.

En las escaleras se encontró a sí mismo viendo como la cadera de Tony el frente suyo se balanceaba y dejaba ver notablemente el abultado trasero, aunque enseguida se golpeó a si mismo mentalmente y desvió la mirada, que era el hijo de su amigo por dios.

El segundo piso de la mansión era igual de bello y delicado que la planta baja aunque tenía un estilo más cálido. Tony paro en la tercera puerta y la abrió, se dio vuelta y lo miro sonriente – Pase capitán.

Steve asintió y pasó, encontró su maleta y su mochila sobre su cama ya preparada. Se dio vuelta para volver la mirada al joven – Gracias Tony

- Cuando quiera, estoy en la habitación de al lado asique si necesita algo... me avisa – sonrió encantadoramente y se acercó a él hasta quedarse casi pegado a su cuerpo, se puso de puntitas de pie para alcanzar su rostro - que descanse – dijo con voz suave, deposito un pequeño beso en su mejilla y se retiró cerrando la puerta.

Steve respiró profundamente, aparentemente había mantenido la respiración durante toda la escena, prácticamente corrió al baño y lavo su rostro con agua fría, se mojó el cuello y el pecho, sentía su cuerpo prenderse fuego, y el chico no había hecho más que ser amable e inocente... o al menos eso quería pensar.

Se miró al espejo, se había empapado toda la remera, se la quitó y ya que estaba también se quitó el pantalón, los dejo en el baño y se dirigió a la cama. Colocó los bolsos a un costado y se metió en la cama, al fin y al cabo estaba agotado asique se durmió profundamente. 

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Les agradezco muchisimo a todos por los comentarios!! Espero sigan llegando porque me animan a seguir escribiendo ❤
Un beso a cada uno, Miquiu.