¿Qué pasaria si despues de muchos años fuera de Estados Unidos volvieras y te terminaras enamorando del hijo de tu mejor amigo?
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Esta novela esta ambientada en el año 1977, con un Steve de 38 años y un Tony de 21, por l...
Steve habló aquel mismo día con James y como suponía, el castaño no tuvo ningún tipo de problema en darle hospedaje hasta que encontrara su permanente residencia.
- No tengo ningún hijo del que te puedas enamorar asique no hay problema - había bromeado recibiendo una mirada de reproche por parte de su amigo.
Al otro día, luego de hablarlo con Howard y asegurarle que simplemente sentía que los había molestado más tiempo del deseado, empacó sus cosas y se mudó.
Tony se había dedicado a ignorar lo más que pudo a María, si bien la mujer le había asegurado que lo ayudaría con Howard cuando llegara el momento, lo que había pedido a cambio significaba dejar de dormir todas las noches con Steve, y debido a que su insomnio solo lo dejaba en paz con la presencia del rubio, no sabía como iba a hacer para descansar.
- Por lo menos va a ayudarte, no la juzges - dijo Rhodey pasandole una raqueta. Habían ido a jugar al tenis, del cual Tony no tenía ni la más minima idea, pero Carol había decidido plantar a su amigo en el último momento y no queria desperdiciar la cancha.
Finalmente habían arreglado día y horario para juntarse y hablar, pero cuando el chico había sugerido aquella actividad tan poco romántica la rubia aceptó sin pensarlo demasiado para luego acobardarse de que sus sentimientos ya no fueran correspondidos.
- Si bueno, pero despues el que no duerme soy yo - dijo haciendo movimientos extraños imitando lo poco que había visto respecto al tenis. - además no podes quejarte, claramente vos y Carol tienen temas que discutir, y no te veo haciendo algo al respecto.
Rhodey lo miro extrañado por su accion pero decidió ignorarlo - hasta que ella no lo acepte, no puedo hacer nada - dijo simple.
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Steve terminó de acomodar un poco de ropa en el placar de la habitación de invitados de su amigo, éste se asomó en su puerta con una sonrisa grande en el rostro - ¿que te parece si salimos hoy?
- Salir... ¿A dónde?
- A bailar, a donde más. Debe hacer años que no lo haces.
- Si... justamente porque ya no tenemos 20 años - lo miró extrañado - ¿además no querías hacer las cosas bien con la amiga de Tony?
- Pues si, me llamó y quedamos para ir a bailar.
Steve suspiró, la primera vez que su amigo decidía tomarse las cosas seriamente, lo hacía con la persona equivocada. El rubio terminó aceptando porque aquello significaba que si iban con Carol, claramente Tony la acompañaría.
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Luego de una larga práctica de tenis fallida, y una caliente ducha Tony recibió la llamada de su amiga, si bien no le hacía ni un poco de gracia que saliera con James, no pudo negarse por que su rubio estaría allí. Además amaba bailar.
Se arreglaron por separado y quedaron de verse en el boliche al que irían, Tony pasó a buscar a su amiga que estaba preciosa como siempre pero no tenía aquello que la hacía lucír aun más, su brillante sonrisa.
Al llegar al lugar visualizaron a los elegantes caballeros que los esperaban, dios eran guapisimos, de eso no había duda. Pero... acaso...?
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