Epílogo

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Eran las primeras horas de la mañana, sintió el frio particular de cuando su cuerpo estaba solo en la cama, no estaba acostumbrado a él porque siempre era el primero en acostarse y el primero en levantarse. 

Abrió lentamente los ojos para acostumbrarse a la luz que entraba a través de las persianas, efectivamente estaba solo en la cama. Se colocó su bata y sus pantuflas, caminó fuera de la habitación y pronto comenzó a escuchar la singular voz de Frank Sinatra, proveniente de la cocina, en el nuevo reproductor de cds, al cual todavia se estaba acostumbrando. ¿Por qué reproducir un cd cuando estaban los vinilos? Al menos eran mejores que los cassetes. 

Y allí lo encontró, con la cabeza en la heladera y moviendo la cola al ritmo de"That's Life", sonrió para sí mismo con la imágen. 

Steve comenzó a tararear bajita la canción hasta subir el volúmen lo suficiente para hacer saltar a Tony de la sorpresa - ¡Steven! - se llevó la mano al pecho asustado, para luego reir un poco. 

El rubio, que nunca se cansaría de asustar a su marido, se acercó y lo tomó de la mano para posicionarse y bailar. Tony rió - ¿Qué haces despierto? Se suponía que te hiciera el desayuno, es tu cumpleaños. - dijo con un puchero, igual de tierno que cuando tenia 21.

- Sabes que a mí me gusta darte las sorpresas a vos, y además mi mejor regalo sos vos - apoyó sus labios en los del menor, que ya no era tan joven como antes, pero que mantenia su atractivo incluso mejor. Ahora lucía una barba en candado que le hacia lucir como un modelo prácticamente. 

- Bueno, pero igual te voy a obligar a desayunar conmigo en la cama - le dijo a modo orden y el rubio se resigno a aceptar. 

Luego de bailar un par de temas y de volverse a enfocar en la cocina, el rubio fue a ducharse y se cambió, se puso una de sus camisas a cuadrille con las que tan cómodo se sentía. Al salir del enorme vestidor, del cual su ropa ocupaba muy poca parte, se encontró con Tony con una enorme bandeja llena de fruta, hot cakes, chocolates y demás. Un muffin tenia dos pequeñas velas con el número 60. - Taraaa! - dijo a modo sorpresa.

- Que horror ¿tenías que poner el número? - rió y le dio otro beso a modo agradecimiento, para luego colocarse a su lado y comenzar a comer juntos. 

- No, no, no, no, me dormi! - se escuchaba una voz bajar rapidamente por la escalera alterado.

- No corras o te vas a caeer! - le advirtió Tony a la distancia. 

Steve saludó con una sonrisa a su hijo cuando se asomó agitado - ¡No me esperaste! - le reprochó al menor de sus padres. 

- Ni si quiera pude sorprenderlo yo, se levanto antes. 

Steve subió y bajo los hombros a modo de disculpa - es mi naturaleza, ustedes porque son unos dormilones.

- Feliz cumpleaños pa - se acercó a darle un abrazo.

- Gracias Pete, acostate con nosotros a desayunar. 

- Oh, no puedo. Lo siento, quede en juntarme hasta la fiesta a trabajar con Quentin - dijo apenado, no era el mejor día pero el hombre había confiado en el para ser su aprendiz y quería serle útil, además estaba embobado por el y no podía negarle nada. 

- Esta bien, anda tranquilo.

- ¿Qué? no ¿De nuevo con ese Quentin Beck? - suspiro harto Tony.

- Shh - le acarició la pierna para tranquilizarlo mientras su hijo se iba - al menos asi podemos estar solos - rio un poco 

- Oh, en ese caso - dijo considerandolo mejor para luego unirsele a la risa. 


Peter ya tenía 20 años, y estaba más que enfocado en su carrera. Steve adoraba lidiar con el porque era un mini Tony, y su marido se quejaba por los comportamientos en los que lo imitaba cien porciento. Pero ¿para qué le iba a decir lo contrario? el rubio solo asentía y se reia por dentro. Los hombres más importantes de su vida, ambos con carreras increibles, y el simplemente los acompañaba en la vida, más feliz de lo que alguna vez pensó que sería. 


La fiesta comenzó a partir de las 7 de la tarde aproximadamente, era temprano pero considerando que Steve solia acostarse como tarde a las 11, necesario. Llegaron familiares, amigos y compañeros de trabajo de Tony. Carol y Rhodey estaban charlando mientras su hijo mayor y la pequeña niña correteaban por el lugar. Bruce había podido viajar para la ocasión pero pasaba gran parte del año en rusia, investigando sobre genética. Los 4 se habían recibido con los mejores grados de la universidad y sus carreras habían disparado casi inmediatamente. Cada vez que podían se llamaban para trabajar juntos en alguna que otra cosa. 

Howard y Maria estaban elegantes como siempre a pesar de su edad, y despues de tantos años y con la llegada de Peter, Howard estaba más que acostumbrado a llamar a Steve su yerno, aunque lo evitaba todo lo que más pudiera. 

James estaba de la mano con una rubia, cuyo nombre desconocian pero iban cambiando de tiempo en tiempo. Miraba de reojo a Nat que se mantenía espléndida. Habían tenido una relación fogosa y acelerada, se casaron en las vegas pero en menos de un año se divorciaron. Y desde entonces todas las juntadas se resfregaban las distintas parejas momentáneas, aunque todos sabian que seguramente terminarian besandose en la cocina, o en el pasillo del baño.


Al rato entró Peter junto al hombre que parecía acompañarlo a todos lados ultimamente. Tony suspiro pesadamente al verlo y Steve rio un poco. - ¿Es completamente necesario que venga a las reuniones familiares? estos están juntos, ya te lo digo.

- ¿Y qué pasa si así fuera? - Le preguntó el rubio abrazandolo por la cintura.

- Pues... pues que es muy mayor para él. Es solo un niño! 

Ambos los observaron charlando y riendo dulcemente - Tony... - dijo Steve suavemente y el menor lo miro inocentemente sabiendo lo que diría despues - ¿si sabes que vos tenias prácticamente la misma edad, verdad? De hecho Quentin es incluso menor a lo que yo era.

- ¡Pero es distinto! - hizo un puchero

- ¿En qué es distinto? 

- Pues... pues que el tiene 20, y si van a repetir nuestra historia, en 3 años estarán casados y con hijo, y es mi bebe. - dijo enfuscado

- Ey, lo decis como si hubiera sido yo el que estaba apurado por hacer todo lo antes posible

- Bueno... pero es que ya estabas viejo, no sabia cuanto me ibas a aguantar - rio un poco al ver la cara de su marido ofendido. 

- Pues te voy a torturar muchos años más Anthony.

Se acercó a su oreja y le susurró - Eso espero, Daddy.


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Y así de pronto llegamos al final de esta historia, que tan bien me hizo por mucho tiempo. No tengo palabras para agradecerles el tiempo que pusieron en leerla, y el amor que me dieron en los comentarios. Ojala hubiera sido un poco más fluido el desarrollo pero asi se dieron las cosas! Solo estoy feliz de darles un cierre a esta hermosa pareja y a su historia. 

Un pequeño detalle, me gusta mucho por igual Peter con Wade como Peter con Beck y no sabia a quien elegir jaja, ustedes quién hubieran preferido? Yo amo las dos parejas pero Beck me pegaba más por el trabajo y por el tipo de relacion. 

En fin, muchisimas gracias por acompañarme en este camino. Ojala se vengan otras historias, los estaré leyendo <3

Miquiu.

Daddy Issues - Una novela Stony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora