Capítulo 16

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Me quede en la habitación mirando fijamente al papel. Acomodé las pistas que tenía frente y a mí y puse nuevas posibles opciones.

"Ponme en orden, no al final, al principio de las palabras tú me encontrarás. En la sexta pista la respuesta está"

Repasé esa oración varias veces en mi cabeza, pero no había nada que viniera a mi mente.

- En la sexta pista la respuesta está- Leí en voz alta.

La sexta pista era "ISLA", ¿Acaso el tesoro estaba enterrado en esta isla?, de ser así, estoy segura que algún pirata ya debía de haberlo encontrado. Según lo que Kidd me había dicho, al morir Burguette los piratas peinaron la isla en busca de su tesoro.

"Al principio de las palabras tú me encontrarás"

¿Qué quería decir con esto? ¿Al principio de cada pista? Tal vez esa era la respuesta.

Las primeras sílabas de cada palabra.

- Brújula, Escotilla, Río, Ancla, Principio, Isla y Oro. – Las repasé una vez más y comencé a separar.

"BRU,ES,RI,AN,PRIN,IS,O"

Hice múltiples combinaciones, pero aun nada.

- Intenté regresar lo más pronto posible. – Entró Kidd emocionado por la puerta. ¿Ya tienes algo?

- Aun nada. – dije decepcionada- Esta pista dice que al principio de las palabras encontraré la respuesta, pero aun nada.

- Tal vez pusimos mal las pistas.

- O tal vez Burguette solo se está burlando de nosotros y nunca planeó poner la respuesta correcta. – dije cruzándome de brazos.

- ¿Tan rápido ya perdiste la fe? – dijo Kidd con una sonrisa en los labios.

- Es que es imposible Kidd. Ya utilicé todas las combinaciones posibles y no dicen nada. He usado las primeras sílabas de cada palabra y ve no dice nada.

Kidd comenzó a repasar las pistas nuevamente en voz alta. Hasta que después de varios minutos habló.

- María Paula, tal vez el problema es que hemos usado sílabas completas, pero solo tenemos que poner la primera letra.

"BERAPIO"

- ¿Qué demonios es "BERAPIO"?

- No lo sé. Pero descubrí que hay otra posible respuesta para la primera pista. – dije sosteniendo el criptograma.

- ¿Es redondo como el mundo y con el llevas el rumbo? – repitió Kidd

- Si, lo pensé mientras no estabas. No creo que sea una brújula. Creo que es un timón.

- Claro, eso tiene más sentido. – dijo Kidd aprobatorio.

- Pero entonces solo cambia a TERAPIO.

Al decir las palabras en voz alta, Kidd me miró con sorpresa, emoción y me abrazó.

- Niña, lo resolviste. – me cargo y comenzó a girarme.

- ¿Qué? – dije confundida. - ¿TERAPIO es la respuesta?

- No TERAPIO. "TERRAPIO" – dijo agregando una R más al criptograma.

- Pero no hay otra pista que empiece con R.

- Lee la pista otra vez.

- Me encuentro siempre corriendo y a veces dos veces voy – dije en voz alta y ahí sonreí. – Claro, a esto se refiere, la R va dos veces.

- Y no solo eso, TERRAPIO es una ISLA.

- ¿Qué? – dije emocionada. – ¿De verdad encontramos la respuesta?

- Así parece. – me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡En sexta pista está! ¡ISLA TERRAPIO!

- Eres un genio niña.

- Pero, aun no tengo las coordenadas. – dije disminuyendo mi emoción.

- La buena noticia es... - sonrió como un felino. – que no las necesitas. Se perfectamente dónde está esa Isla. Y en realidad es más una pequeña cueva que una Isla completa. Mi padre solía hablarme de ella.

- ¿Estás hablando en serio Kidd?

- Así es.

Comencé a alegrarme, cuando de pronto la realidad me cayó como un baño de agua fría. Yo había empezado a hacer esto por simple diversión. Jamás creí de verdad poder resolverlo. Pero ahora que sabía la respuesta, tenía muchas ganas de completar la misión.

El único problema es que Kidd sabía perfectamente donde estaba ubicado el tesoro y ya no me necesitaba para nada. Si la fortuna de Burguette era tal, ¿Por qué habría de interesarle si quiera llevarme a Europa?

¿Me abandonaría en medio de la nada?

- ¿Qué está pasando por esa cabecita tuya?

El sonido de su voz me arrancó de mis pensamientos.

- ¿Aun vas a llevarme a Europa? – dije con tristeza en mi voz.

- ¿Por qué no habría de hacerlo?

Dude en decirle lo que estaba pensando. Tal vez el no lo había analizado de esa manera y yo solo iba a implantarlo en su cabeza.

Pero el temor me invadió y si iba a hacerlo que mejor que me lo dijera de una vez.

- Porque ahora que sabes donde esta el tesoro de Burguette, no necesitas de mi recompensa y no necesitas de mi ni siquiera para encontrarlo cuando tu eres el que ahora sabe las coordenadas.

Kidd caminó por la habitación sin verme a los ojos.

Su cuerpo estaba relajado y pensativo.

Tenía miedo de lo que pudiera decirme. Tal vez de verdad no lo había pensado y ahora yo le había dado la idea para deshacerse de mi de una buena vez. 

Kidd no hablaba. Mi corazón latía a mil revoluciones. ¿Por qué diablos tenía que haber resuelto el Criptograma? 

El filibustero que robó mi corazón (Piratas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora