Los días seguían pasando y mi cuerpo se estaba acostumbrando a los nuevos cambios.
La casa de mi tía Florentina era preciosa. Ella y Josefa se encargaron de prepararme una habitación decorándola especialmente para mí y mi bebé.
"Mi bebé". Aun no me acostumbraba a esas palabras. Me preguntaba si tendría los ojos de Kidd. O tal vez su carácter. Me imaginaba una cabellera rubia corriendo por todos lados jugando con espadas o haciéndole travesuras a Josefa.
Mi recámara tenía una preciosa vista hacia el mar, con un balcón inmenso lleno de flores.
- Pauli...
- Buenos días tía.
- ¿Cómo amaneciste hoy? – dijo acompañándome en el balcón.
- Me siento mejor que anoche. – dije tocando mi estómago. – el bebé no me dejo dormir mucho.
- Si, eso me dijo Josefa. Que vomitaste toda la noche.
- Pero me siento mucho mejor.
- Tal vez deberíamos regresar con el doctor para que te haga otro chequeo.
- Si lo crees necesario. – dije sonriendo, ella solo asintió.
- Pau, hay algo que me gustaría hablar contigo.
- ¿Qué pasa tía? – dije preocupada al ver su rostro.
- Verás cariño, lo he estado pensando mucho. – apretaba un pañuelo que traía entre las manos. – Y ... se que es muy pronto para hablar de esto, después de todo lo que has pasado pero...
- Tranquila tía. Habla libremente. – dije sonriendo y poniendo mi mano sobre las suyas.
- Cariño, tu barriga no tardará mucho en hacerse notar....
- Lo sé. No puedo esperar. – dije sonriendo, pero mi sonrisa disminuyo al ver el rostro de mi tía. - ¿Qué ocurre tía?
- María Paula, se que precisamente esta es la principal razón por la que te fuiste de tu casa, pero si las personas se enteran de que estás embarazada, no podrás casarte nunca mi cielo. Serás señalada, humillada y...
- Ya lo sé tía y no me importa- dije volviendo a sonreír. – Puedo ser feliz si te tengo a ti a Josefa y a mi bebe. No necesito la aprobación de nadie más, y no me interesa si las personas hablan de mi o me humillan...
- ¿Y que hay de tu bebé?
- ¿Qué hay con él?
- Cariño, la humillación no sería solo para ti. – dijo con tristeza. – La sociedad jamás lo aceptaría. Lo llamarían de bastardo. O le recordarían constantemente el "tipo de mujer" que es su madre. Eso no es fácil para ningún niño. No podría estar en las mejores escuelas, ni obtener un buen empleo. Y si es niña, sería aun peor para ella...
Mientras mi tía hablaba, mi corazón se volvía a hacer pequeño dentro de mí. Nuevamente solo había pensado en mí. En lo mejor para mí. Pero no en lo mejor para mi bebé.
- ¿Qué estas insinuando tía? – dije asustada- ¿Qué no lo tenga? –
- ¡No Pauli! Jamás diría algo así por amor de Dios. Nunca le quitaría la vida a una inocente creatura.
- ¡Bien! porque, aunque me lo pidieras jamás lo haría. – dije molesta. Aunque mi tono de voz era fuerte, no estaba enojada con mi tía, estaba enojada con la razón. Sabía que mi tía estaba en lo cierto y me molestaba que la vida tuviera que ser tan injusta.
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El filibustero que robó mi corazón (Piratas)
Любовные романыEl padre de María Paula esta decidido a prometerla en matrimonio con un hombre que le triplica la edad. María Paula no esta dispuesta a dejar que eso suceda y menos después de conocer al pirata más sexy y temido de la historia. Con un temperamento...