Capítulo 33

1.6K 154 44
                                    


Hola Hola!! Se que muchas me odian porque he tardado en subir el capítulo. 

Leo TODOS sus mensajes, y me encanta que les guste tanto la historia, pero como les dije al principio esta historia empezó sin principio ni final, entonces he tenido problemas para el desarrollo. 

Les dejo un capítulo largo para que no me odien tanto. Espero les guste y sigan votando y comentando.  Y mandenme inbox con sus ideas de como les gustaría que se fuera desarrollando. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.....................................................................................................................................................

- ¿De que hablas viejo demente? – dijo Kidd confundido

- Lucciano mantenía una sonrisa despreocupada en el rostro.

- ¿Por qué no se lo explicas tu querida?

- No hay nada que explicar Lucciano – pregunté confundida. – Hemos ganado.

- Mi preciosa María Paula, lo único que tú has ganado es el placer de ser mi esposa.

- ¿De qué demonios hablas? – preguntó Kidd molesto.

Los hombres de Lucciano se paseaban por la cueva tomando el oro metiéndolo en sacos.

- ¿Qué estás haciendo Lucciano? Nosotros llegamos antes. Se acabó, perdiste.

- Mi querido Bartolomeo, te lo voy a explicar, ya que veo que aún no lo has entendido. El oro es mío. – sonreía de oreja a oreja.

- No puedes violar el trato y lo sabes bien.

- No lo estoy violando Kidd. El acuerdo era de 9 días, y hoy es el día 10. Ninguno ganó. – sonrió maliciosamente. - Bueno en realidad si lo piensas yo sí que he ganado, pero bueno, el punto es que hoy, hoy es un día distinto. Un poco caluroso si me lo preguntas, pero lleno de lindas sorpresas. He ganado un tesoro y una bellísima esposa.

- ¿De qué demonios hablas Lucciano? - dijo Kidd confundido. - Puedes quedarte el tesoro de Burguette viejo tramposo, en lo que a mí respecta si es que tanto lo quieres, puedes metértelo por donde te quepa, pero María Paula ¿Qué tiene que ver contigo?

- Yo creo que no me corresponde decirlo. – sonrió nuevamente.

- -Siempre supe que eras un demente, pero hoy te has superado – dijo Kidd riendo. – ¿Qué te hace pensar que María Paula se casaría contigo?

- Bueno, pues mis atributos tengo. – dijo sonriendo mirando a su tripulación y todos le sonreían de regreso – Soy guapo, vigoroso, divertido, inteligente, tengo un barco y ahora soy inmensamente rico. ¿Por qué no querría estar conmigo?

El filibustero que robó mi corazón (Piratas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora