Después de que Ramón nos contó todo lo que había pasado durante todo este tiempo, entendía porque Kidd estaba tan diferente. No quería ni imaginar lo que había tenido que sufrir en esa isla o lo que tuvo que hacer para liberarse.
Ramón no quiso entrar en detalles en cuanto Lucciano, solo me dijo que Kidd lo había dejado sin nada, pero que el muy cerdo había escapado.
Si tan solo yo hubiese dicho la verdad desde un principio, Kidd no hubiese tenido que pasar por nada de eso.
¿Me odiaría por verme con Alberto? Pensaría que soy una malagradecida por encontrar refugio tan pronto en los brazos de otro hombre mientras el pasaba hambre, frío y sabrá Dios que más en esa isla.
El había venido por mí, había venido a buscarme y me encontró con Alberto.
Ramón me dijo que llevaban un par de semanas aquí. Que Kidd no cabía de felicidad cuando Jean Paul le dijo que me encontraba con mi tía. Pero que un día regresó de buscarme sin querer hablar con nadie. Solo se metió en su habitación y no habló más al respecto.
Tuvo que haberme visto con Alberto. Estaba segura.
¿Qué tanto debía de odiarme para fingir no conocerme?
Me estaba doliendo el alma. ¿A caso nunca podríamos estar juntos?
Tenía que hablar con él, tenía que dejarme explicarle todo.
Regresé a casa de mi tía Florentina.
Alberto estaba esperando por mí.
- Hola preciosa, vine a buscarte, pero me dijeron que no estabas en casa. – dijo besando mi frente.
- Hola Alberto, emmm.... Si ... fuimos al ...
- Al mercado señor. – interrumpió Josefa viendo mis nervios. – Es la mejor hora para encontrar la fruta más barata.
- No deberías salir tanto preciosa, deberías guardar reposo por nuestro bebé. – me sonrió.
Dios, no podía seguir haciéndole esto. Alberto era bueno, nunca me había dicho mentiras y yo estaba siendo una hipócrita con él. No tenía el valor para verlo a la cara y seguirle mintiendo.
- Escucha Alberto tengo que hablar contigo y es importante. – dije con todo el valor que me quedaba.
- ¿Estás bien? ¿Esta todo bien contigo y con el bebé? – dijo preocupado.
- Si, los dos estamos bien no te preocupes por eso. – dije sintiéndome cada vez mas como una basura. – Por favor, necesito que me pongas atención.
- Para ser honesto María Paula, me da miedo lo que puedas decirme, la última vez que te pusiste tan seria fue para contarme sobre aquél pirata. – dijo preocupado.
No se que cara puse, que lo entendió todo.
- ¿Se trata de él verdad? – dijo serio. – Te he notado muy rara estos últimos días. Cariño ya te lo he dicho, entiendo que lo sigas amando. Pero el ya no está. Tienes que empezar a vivir el presente. – dijo un poco molesto.
Respiró profundo.
- Esta bien, disculpa, no estoy siendo justo contigo. Es el padre de tu hijo. Es normal que lo extrañes.
- No Alberto, la que no esta siendo justa contigo soy yo.
- María Paula basta con eso. Ya lo hemos hablado, tienes que dejar de sentirte culpable por mis decisiones. Yo decidí estar contigo, sean cuales sean las condiciones....
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El filibustero que robó mi corazón (Piratas)
Любовные романыEl padre de María Paula esta decidido a prometerla en matrimonio con un hombre que le triplica la edad. María Paula no esta dispuesta a dejar que eso suceda y menos después de conocer al pirata más sexy y temido de la historia. Con un temperamento...