Capítulo Final
El plan funcionó como debía. Ramón vino a visitarme al día siguiente para explicarme como había resultado todo.
De acuerdo a lo que me contó, después de dejarlo en el hotel, Kidd corrió a una habitación que previamente habíamos preparado, Ramón le entregó la ropa que utilizaba como Fernando Medina, y Lavanda rasuró su barba lo más rápido que pudo.
Cuando la guardia llegó al hotel a revisar las habitaciones, solo se encontró con el futuro duque de Arcos. No sospecharon nada, lo que le dio el tiempo suficiente a Kidd para ir al puerto donde el Tricornio lo esperaba listo para zarpar.
Ramón acababa de entrar a la escuela y Kidd le pidió que se quedara junto con su madre y tuviera una mejor vida que la que un pirata podía ofrecer.
Cuando Ramón vino a visitarme, me entregó un sobre que Kidd había dejado para mí junto con una rosa roja.
Sentí el papel entre mis manos, y con el corazón en la mano, nerviosa de saber lo que Kidd tenía para decirme, lo abrí.
Hola niña,
No sé si te lo dije suficientes veces, pero desde el día que entraste por las puertas del despacho de tu padre, con esos bucles de princesa cayendo sobre tus hombros y ese sombrero tan feo amarrado a tu barbilla, fue el día en que revolucionaste todo en mí. Llegaste como una pequeña gacela, inocente, temerosa, noble y pura, a las manos de un predador. Te convertiste en una fuerza incontrolable que me atraía hacia ti aun cuando yo intentaba correr hacia otro lado.
Tenías razón, hay amores que son buenos, porque son simples. Son fáciles. Existen por cariño y respeto. Sin complicaciones. Y no los menosprecio, pero lo que tú y yo tenemos, no fue nada de eso. Lo real y lo tradicional no nos hacen justicia cariño. Nuestro amor es único porque lo escribimos sin saberlo, sin buscarlo, pero sin poder evitarlo.
Nunca pensé que un hombre como yo pudiera merecer ser amado de la manera en que tú lo hiciste. No tenía idea que había esperado mi vida entera para encontrarte y al final había valido la pena cada maldito segundo. Me enamoré de ti sin quererlo y sin saberlo. Pero tú lo sabías todo este tiempo ¿No es así? Siempre supiste que no había manera en que no pudiera enamorarme de ti. ¿Cómo no podría adorar la manera en que sonríes? La manera en que me miras. Idolatrar el sabor de tus labios o el aroma de tu cabello. ¿Qué tan ciego, sordo o mudo, tendría que estar para no caer rendido ante tu hechizo de sirena? No fuiste justa conmigo. Jamás tuve oportunidad. Tu y yo éramos inevitables. Me quito al sombrero ante ti, no he conocido mejor contrincante.
Te convertiste en el timón que le daba dirección a mi vida y el mar que siempre quise navegar. La fuerza de los siete mares no es suficiente para poner en palabras lo que mi corazón siente por ti.
No me arrepiento de haberte conocido, no me arrepiento de haberme enamorado de ti como un imbécil. De lo único que me arrepiento mi amor, es de no haber podido cuidar mejor de ti y de nuestro pequeño ángel. Me duele saber que ya no está, que nunca podré tenerlo en mis brazos y escuchar su corazón. Pero te juro mi vida, que lo hubiera amado tanto como te amo a ti. Perdóname por fallarte, y no cuidar de ustedes. No puedo traerlo de regreso, pero voy a hacerle justicia amor mío.
No puedo pedirte que esperes por mí, porque no sería justo mi vida. Voy a buscar a Lucciano por cielo mar y tierra y lo haré pagar por lo que nos robó. Y cuando lo encuentre regresaré a ti.
Si para ese tiempo rehiciste tu vida, por mucho que mi corazón se duela, voy a dejarte ir. Pero si eres libre, volveré por ti, por el tesoro más valioso que poseo y solo serás mía niña, y nunca más te dejaré ir. Yo, por el contrario, siempre te he pertenecido y siempre te perteneceré.
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El filibustero que robó mi corazón (Piratas)
RomanceEl padre de María Paula esta decidido a prometerla en matrimonio con un hombre que le triplica la edad. María Paula no esta dispuesta a dejar que eso suceda y menos después de conocer al pirata más sexy y temido de la historia. Con un temperamento...