Capítulo Diez - Parecidos.

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Jamás estuve tan nerviosa. Iba a conocer a los chicos en más o menos una hora y no tenía la menor idea de como iba a actuar. Mis intenciones de mantenerme calma y alejada de mi fanatismo no estaban funcionando. Decidí darme una ducha para relajarme un poco, después me cambié, me puse un vestido corto informal y unas sandalias y esperé a que Noah me pasara a buscar.

Lo único que deseaba en ese momento era caerles bien. O por lo menos no caerles mal. Después de tanto tiempo pensando en ellos a modo de estrellas, a modo de ídolos, ahora estaba a punto de ir a cenar con ellos a una reunión informal. Realmente quería que todo estuviera bien: que ellos se alegren por cómo estaban las cosas con Noah, que quieran conocerme tanto como yo a ellos. Además, seguía en mi cabeza la idea de que era algo muy importante para Noah que yo conozca a los chicos así que tenía que hacer mi mayor esfuerzo por no ponerme nerviosa.

Estaba nerviosa, además, porque no soy muy buena hablando. Soy muy tímida si no conozco a la gente con la que estoy hablando, se me escapan las palabras y no encuentro modo de decir las cosas, ¡y más ahora que estoy todo el tiempo hablando en otro idioma! El nerviosismo es constante. Y justamente por eso creo que Noah me hace sentir diferente, con él no tengo ningún tipo de incomodidad. Me encanta esa forma que tengo de ser cuando estoy con él, como si toda mi timidez se fuera corriendo por la puerta de salida.

Estaba sentada mirando la tele sin prestar mucha atención a lo que estaba ocurriendo en la pantalla cuando sonó mi celular. Era un mensaje de Noah que decía "Ya podés bajar linda, te espero." Sonreí, busqué mi abrigo y me dirigí al ascensor.

Salí a la calle y Noah me estaba esperando dentro de su auto. Respiré hondo, intenté calmarme. Entré y le dí un beso en la mejilla.

- ¿Lista?

- No....

- Todo va a estar bien, no te preocupes, te van a adorar.

- Espero.

- Bueno, otra vez: ¿lista?

Lo miré haciéndo mi "cara de mala" y le saqué la lengua. Él se rio y después puso música para escuchar en el viaje. Decidí concentrarme en la música para relajarme. No tardaríamos mucho en llegar porque era más o menos cerca del hotel.

Prendió el estéreo y empezó a sonar "Payphone" de Maroon 5. Los dos cantamos como locos todo es viaje, y me di cuenta de que tenemos gustos parecidos en la música. En la música y en todo. Somos personas parecidas en todo lo que hacemos, como hablamos, como pensamos. Tal vez por eso no me siento incómoda con él. Porque en él encuentro, de alguna manera, un espejo un poco distorsionado de lo que yo soy, de lo que me gusta, de lo que pienso, de lo que siento. 

Bajamos del auto, él me tomo la mano y susurró en el oído

- Todo va a salir genial.

Le sonreí y le di un pequeño beso en los labios. 

Llegamos a la casa de Lucas, era hermosa y muy grande por fuera. Tenía una fachada iluminada, con una escalinata pequeña antes de la puerta principal. Un gran parque adornaba toda la parte de afuera, hermosas flores en cada una de las esquinas. Podía escuchar el ruido adentro: la música sonando suavemente, las voces superponiéndose unas sobre otras, las risas. Tocamos el timbre y esperé nerviosa a que nos abran la puerta. 

Apareciste como un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora