Capítulo Treinta y Cuatro - Se nota en su cara.

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Me resultó extraño el pedido, realmente. Yo ya había hablado con ella por teléfono y le había contado la historia de forma muy detallada. 

- Mamá, ya te conté como fueron las cosas. - Le dije para que no nos haga contar toda la historia de nuevo.  Me enojaba que estuviera haciendo ese pedido, ya la había escuchado una vez, ¿de qué quería asegurarse?

- Sí, pero tu papá no lo escuchó todavía. - dijo. 

Escuché que se abría la puerta de entrada y sentí la mano de Noah tomar la mía. No sabía que mi papá estaría acá. Mis papás están separados hace años y no es común que venga a la casa de mi madre. Solo pasaba en situaciones importantes.

La relación entre mis padres nunca había sido muy buena. Cuando estaban juntos, peleaban todo el tiempo. Realmente era muy fea para mí toda esa situación entonces el divorcio, más que una tragedia, había sido un alivio. Poder ver a mis padres por separado, sin que estuvieran enojados todo el tiempo, fue algo muy importante para mí. Ellos quisieron que la separación fuera en buenos términos pero de la misma manera en la que peleaban al estar juntos siguieron peleando al estar separados. Obviamente, con cuestiones que tenían que ver conmigo y no todo el tiempo, pero nunca lograron tener una buena relación. Por eso me sorprendía tanto que mi papá estuviera acá.  

- Tranquilo. - Le susurré a Noah al oído antes de pararme para darle un abrazo a mi papá. 

Siempre tuve mejor relación con mi papá que con mi mamá, él parecía entenderme mejor sin tratar  de buscar la forma de controlar las cosas. Obviamente que había momentos y momentos, pero durante mi breve estadía en Londres él había estado presente mediante mensajes y algunos llamados, pero nunca intentando controlar la situación. De hecho, yo sentía que él estaba tratando de darme mi espacio y eso me gustaba mucho. Me aliviaba después de tanto tiempo de control. 

Después de abrazarme a mí, abrazó a Noah y le dijo:

- Me alegro mucho de al fin conocerte.

Una sonrisa enorme se formó en su rostro. Y también en el mío.

Nos sentamos y mi mamá empezó a hablar.

- Noah nos estaba por empezar a contar todo.

En ese momento él empezó a contar la historia. Por suerte desde que llegamos mi mamá había decidido activamente hablar en inglés. De alguna manera, eso me pareció una primera manera de aceptar a Noah. Si hablara en español, él no podría comunicarse con ellos. 

Mi papá lo observaba con una sonrisa mientras él hablaba.  

- Bueno, ni bien la conocí me gustó su forma de ser, por eso le pedí que me acompañe a cenar y desde ese día empezamos a hablar y a juntarnos más y nos volvimos cada vez más cercanos. Y en un momento me di cuenta de que estaba profundamente enamorado de ella y que necesitaba que estuviera conmigo, porque me hace bien, me hace sentir cosas que nadie me había hecho sentir jamás. Increíblemente ella sentía lo mismo así que empezamos a pasar mucho más tiempo juntos y conocimos en poco tiempo casi toda la vida uno del otro. Y nos enamoramos mucho más. Es increíble lo mucho que amo a su hija, realmente nunca había amado así a alguien en toda mi vida.

 Me dedicó una mirada tierna y una sonrisa. Yo le respondí de la misma manera. 

- Entonces creo que los dos tuvieron mucha suerte. - Dijo mi papá mirándonos a los dos. - Me alegro de que esto haya pasado, se nota en su cara que la estás haciendo muy feliz. 

Apareciste como un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora