Apareciste como un sueño.

Capítulo Dieciocho - Tiempo lento.

- ¿Qué ocurre, Noah? - Le dije abrazándolo por la cintura, noté que no parecía muy contento con lo que nos avisó Lucas así que le pregunté.

- No, no, nada. Solo quería estar con vos ahora.

- Podemos quedarnos si querés.

- No, vamos, va a ser genial. - Dijo pero sin ganas.

- Mmmmm... No te creo.

- Creeme, cualquier cosa que sea con vos va a ser divertida. - Me dió un beso en la frente y después tomó mi mano y caminamos juntos hasta la puerta de salida. En unos pocos instantes, entramos en el auto y empezamos a seguir a Lucas que iba adelante. Cuando estábamos en viaje Noah me preguntó:

- Bri, ¿hace cuánto nos conocemos?

- Bueno, creo que.... más o menos... ¿una semana?

- Parece mucho tiempo, ¿ no?

La verdad era que sí. Que mi vida había cambiado significativamente desde que llegué a Londres no solo por el hecho del cambio de ciudad, del aire nuevo, de los estudios. Estaba perdidamente enamorada, tan solo en una semana. Sé que muchas personas al escucharnos pensarían que estamos locos, pero, ¿cómo explicar esto que nos pasa? Y si nos pasa, ¿por qué frenarlo? Además, esta semana había transcurrido tan lento que para mí, era como si cada segundo fueran tres segundos. Como si el tiempo se expandiera. 

- La verdad que sí. - le dije - Es como que el tiempo es más lento cuando estamos juntos.

- Pero mucho más lento cuando no lo estamos.

Lo miré profundamente a los ojos. Tenía razón: había algo de los momentos en los que no estábamos juntos que hacía que se sintiera como mucho más largo, pero largo no como cuando estamos juntos, que el tiempo parece expandirse para disfrutar mucho más, sino que se hace largo, porque no podemos esperar ni un segundo más para estar juntos otra vez. 

- Exactamente.

- Creo que le debemos mucho a tu curso de inglés, ¿no?

- Claro que sí. - Sonreí y le di un beso rápido en los labios.

El viaje pasó rápido, fueron más o menos veinte minutos cantando canciones que pasaban en la radio. Me gustaba mucho viajar en auto con Noah: era un momento súper tranquilo, súper privado. Podíamos cantar juntos y mirar la ciudad moviéndose alrededor. 

Cuando llegamos todos habían bajado menos nosotros pero un hombre que supuse que era Peter, el representante de la banda, al que conocía porque, como buena fanática, era uno de esos datos que todas las fanáticas conocíamos, apareció de repente. Parecía que nos estaba esperando en el lugar donde Noah estacionaría.

- No ahora no. - Escuché que Noah susurraba para sí mismo.

Por lo que dijo Noah, supuse que habría algún problema. En internet siempre se comentaba que los representantes podían ser un poco invasivos: meterse en las cuestiones personales de los chicos de la banda más que nada cuando los temas no eran muy convenientes para la prensa, las opiniones del público, de las fanáticas, etc. Recuerdo que hace ya un tiempo, se comentaba que Ian había tenido una pelea con Peter. Todo relacionado a la novia de Ian de ese momento, que los representantes no consideraban adecuada. El fandom nunca supo que pasó con esa relación, hay teorías de que Ian y su ex novia fueron obligados a separarse. Recordar esto, tener ese flashback en mi memoria, me hizo temblar por dentro. ¿Y si algo como eso tenía Peter planeado para nosotros?

Justo cuando estacionamos, antes de que pudiéramos bajar, Peter se subió al asiento trasero del auto y dijo:

- Tengo que hablar con ustedes, chicos.