Capítulo Treinta y Seis - Voz entrecortada.

934 34 0
                                    

Ugh, ya empezamos. Era obvio que me iba a traer alguna queja sobre Noah. Me preparé emocionalmente para la charla que estaba por empezar. 

- ¿Qué? ¿Qué me estás queriendo decir? - le pregunté. 

- Vení, sentate. - Me dijo mi mamá mientras se sentaba en mi cama.

Por mucho que intentara prepararme para la charla, en el pecho se me notaba que me estaba empezando a poner nerviosa y mi voz ya sonaba entrecortada por el llanto que estaba conteniendo. Me dolía la garganta de la angustia. Necesitaba que ese momento terminara lo antes posible, no podría tener  otra pelea más con ella en relación con este tema. 

- No. -  le dije, y no me senté junto a ella. - ¿Por qué dijiste eso?

Suspiró.

- Ese chico no es para vos. - repitió - Hija, es famoso, ¿entendés lo que eso significa? La gente famosa tiene dinero, tiene casas enormes, sirvientes a veces, claramente le importan otras cosas. No las chicas de países al otro lado del mundo  como vos. 

- ¿Y eso qué tiene que ver? Mamá, lo estás juzgando sin conocerlo.

- Hija, no creo que le importes lo suficiente como para venir acá si no fuera por trabajo. - me dijo - ¿Cuántos conciertos va a hacer en el país? ¿Tenés idea de cuánta plata van a ganar con todo eso? Son números que nosotras ni siquiera podemos imaginarnos. 

- Mamá, pero...

- ¿Cuántos conciertos?

- Dos. 

- ¡Ves! ¿Y vos, tan ilusa, creés que él viene por vos?

- Mamá, los conciertos los organizaron después de que decidiéramos venir acá. Y además, ¿vos lo escuchaste hablar? ¿Escuchaste cómo hablo de mí y de nosotros? ¿Escuchaste todo lo que dijo que sintió?, no entiendo por qué te molesta eso. 

- Sí, por supuesto que lo escuché. Pero, Brianna, son adolescentes, esos sentimientos son pasajeros y él te va a olvidar cuando tenga que salir de gira por el mundo.

Rompí en llanto. No podía creer que me estuviera diciendo todo eso. Más allá de que yo sabía que ella lo pensaba. Pero la idea de que lo pensara no me afectaba tanto como ahora sus palabras, que eran muy duras, muy filosas. ¿Por qué me hablaba de esa manera?

Mi mamá se acercó para seguir hablándome pero la aparté. ¿Cómo quería que le hable después de haberme dicho eso?  Me había dicho que era una de las tantas chicas que Niall tenía, que no era importante para él. ¿Cómo mi propia madre podía tirarme abajo de esa manera con algo que es lo más lindo y puro que me había pasado en la vida?

- Brianna, esa es la verdad, no te tenés que hacer tantas ilusiones como una nena chiquita. - me dijo, con un tono condescendiente. 

La miré decepcionada por lo que me estaba diciendo. Solo quería estar sola, que se fuera y me dejara conmigo misma para pensar. ¿Para qué me hacía volver si me iba a tratar así?, ¿no se suponía que me había extrañado?, ¿por qué me trataba mal?

- ¿Te podés ir? Quiero estar sola. - Le dije sin siquiera mirarla.

Se fue sin decir palabra y cerró la puerta despacio.  

Lloré y lloré y seguí llorando más o menos por una hora.

No llamé a Noah porque pensé que estaría muy ocupado arreglando todo lo que tendría que hacer en la semana  pero cuando ya era tarde me llegó un mensaje.

"¿Cómo estás princesa? ¿Te dijo algo tu mamá? Llamame :) Te amo."

Me recosté sobre la cama y lo llamé sin saber cómo haría para hablar con la voz entrecortada.

Apareciste como un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora