Capítulo 3.

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Jeremy.

Jeremy91: Hola, cómo estuvo el servicio comunitario?

RamitaDeOlivo69: Ugh, me dieron una paliza.

Jeremy91: Queeee? Qué hiciste?

RamitaDeOlivo69: Pues resulta que a los pandilleros les gusta Frozen, y bueno, la idea de por sí me divierte, pero ellos se toman las cosas muy en serio.

Jeremy91: Mira, no soy quién para juzgar pero las drogas no son una salida.

RamitaDeOlivo69: Oh, dímelo a mí corazón. Qué tal tu día? Hablaste con tu SD?

Jeremy91: Pues no. Él no me ha enviado ningún mensaje, y no sabía si debía hablarle, pero me ha hecho la transferencia que me prometió.

RamitaDeOlivo69: No le hables. Son hombres ocupados, priorizan su trabajo, después follan. Espera su mensaje.

Hablé un rato más con ese usuario, y cerca de las nueve de la noche, me dijo que debía irse a la cama. Pensé en su consejo, en no enviarle mensajes porque eso le molestaría, pero el impulso fue mayor, inconscientemente le envié un mensaje preguntando qué tal su día.

Grande fue mi sorpresa cuando quince minutos después me contestó, diciendo que si quería saberlo debía aceptarle una invitación a cenar. Accedí de inmediato, buscando algo que ponerme. Si quería mantener mis beneficios y la cuota de la universidad al día, me convenía ser perfecto como Sugar Baby. A las diez menos diez me envió un mensaje, informándome de que estana esperando en la puerta, bajé las escaleras del departamento, ya cambiado, bañado y perfumado.

─Hueles excelente─ comentó, besando mi mejilla cuando me subí a su auto─. Adivina a dónde te llevaré a cenar.

─ ¿A un restaurante súper caro?

─ ¿Ahí quieres ir?

─Honestamente, con una hamburguesa me conformo─ admití, sonriendo cuando le ocasioné una risa discreta─. ¿A dónde iremos?

─Ya lo verás.

Y es que cuando lo vi, el lugar era encantador. Los enormes ventanales permitían una vista al interior, el suelo y los muebles eran de madera rojiza, las sillas estaban tapizadas con una tela blanca, que combinaba con las lámparas. Me cohibí antes de entrar, más la seguridad de Carter se me contagió a medida que avanzaba la velada.

Una camarera nos ubicó junto a un ventanal que daba a la calle.

─Bueno, cuénteme qué tal su día─ insistí. El champagne era horrible pero tenía que pretender que tenía clase. Me costaba disimular las muecas─. ¿Fue a una misión en el espacio exterior?

─Algo parecido─ confesó con una sonrisita cómplice, le divertían mis caras de asco.

─ ¿Qué? ¿Es astronauta?

─Trata de nuevo, Jeremy.

─ ¿Actor? No lo he visto en alguna película...

─Otro intento.

─ ¡Escritor!

─Director─ Me corrigió, haciéndome señas para que no me sobresaltase, la vergüenza arrasó conmigo cuando noté que gente de otras mesas nos miraban─. Hoy terminamos de rodar la película.

─Fantástico, ¿Cuándo sale?

─Aún falta bastante tiempo. Debe pasar por post producción─ Solté un suspiro─. Puedo llevarte al estudio algún día si quieres.

─ ¿Puede? Digo, es el director es obvio que puede, pero estoy seguro de que algo arruinaré y...

─Tranquilo, desde mi lado de la cámara nada se arruina, sólo se perfecciona.

Entrenando al Baby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora