Jeremy.
─Gracias, hasta luego.
Salí de la farmacia, a un par de cuadras de mi departamento. La noche estaba helada, pero las farolas públicas iluminaban la calle, y las personas aun transitaban las aceras. Me subí el cierre del abrigo, guardando antes mi compra en el bolsillo interno de la chaqueta.
Crucé la calle, concentrado en mis pensamientos acerca de Oliver, y lo oportuna que fue la llegada del "mastodonte". Era atractivo, ciertamente, pero no mi tipo. Metí la mano al bolsillo del pantalón buscando la llave para entrar en mi departamento. Al alzar la vista, contemplé a Carter apoyado en su auto. Con el móvil en la oreja, y el mío comenzó a sonar. Fue entonces cuando él me vio a mí, bajó el móvil, sonriéndome.
─Hola, Jeremy.
─Carter─ murmuré, acercándome. Me saludó con un beso por mejilla─. Hola.
─ ¿Cómo estuviste?
─Preocupado─ contesté con el ceño fruncido, más por una cuestión de confusión y frustración─. No supe nada de usted, desapareció como si se lo hubiera tragado la tierra...
─Tuve un problema con un actor─ comentó, abriendo la puerta del acompañante─. ¿Quieres dar un paseo?
No pude negarme, y en instantes estuvimos en un parador junto a la playa. Carter no me preguntó qué quería, ordenó un par de hamburguesas, junto a una bandeja de papas fritas. Las comimos en silencio, apoyados en el capó de su auto en el estacionamiento, mirando el mar unirse al cielo en el horizonte. La masa de agua oscura se veía intimidante de ese modo, a esas horas de la noche, pero mirando el cielo, esa intimidación desaparecía.
─ ¿Cómo estuviste tú?─ preguntó finalmente, bebiendo de una botella de cerveza personal─. No te he visto en un par de días.
─Bien, asistí a todas las clases y tuvimos una simulación. Estaba pensando que usted había huido del país por algún motivo.
─No lo hice, hubo problemas con la posproducción, el actor principal no quiere seguir haciendo las películas... Es algo que suelen decir tarde, pero éste muchacho se dio cuenta a tiempo.
─ ¿Se dio cuenta de qué?
─Si interpretas a un personaje durante mucho tiempo, o muy bien, luego es difícil que las personas valoren el resto de tus trabajos. Te encasilla y estanca tu carrera.
─Oh─ No supe qué contestar─. ¿Y qué hiciste?
─Negocié con él subir su sueldo─ Continué comiendo mi hamburguesa─. Dijo que lo pensaría pero que no me aseguraba nada... De todas maneras, eso no es un buen tema de conversación. Dime tú, ¿Qué hiciste para divertirte cuando yo no estaba
─No demasiado─ respondí, recordando lo que Oliver me había enseñado hacía un par de horas, pasándome la mano por el cabello para echarlo hacia atrás─. Estuve intentando aprender a bailar, le pago a un amigo por lecciones.
─Eso es fantástico, pero deduzco que usaste tu propio dinero.
─Sí, estuvo lejos durante un tiempo.
La conversación se vio interrumpida por el tono de llamada de mi teléfono. Lo saqué intentando que Carter no viese el vergonzoso nombre con el que Oliver se había agendado a sí mismo. Me disculpé antes de atender, y lo que me recibió fue un grito del rubio.
─ ¡Jeremy dónde estás!
─Estoy cenando... ¿Qué sucede?
─ ¿Estás con el viejo? No puedes cenar a ésta hora, son las dos de la mañana... Como sea, necesito pedirte un favor extremadamente urgente.
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Entrenando al Baby Boy.
Ficção AdolescenteMientras Jeremy comienza a explorar el mundo de los Sugar Babys, Oliver, un Baby Boy veterano es abandonado por su Sugar Daddy. Ambos deberán adaptarse a un mundo completamente diferente, donde el mimado aprenderá a conformarse y el conformista apre...