Estoy muy, pero muy arrecha porque iba a fumar hierba pero me vieron la cara de pelotuda, así que levanten mi ánimo comentando. Las amo.
─ ¿Me quieres?─ mustié, ya casi llegábamos─. ¿Estás seguro?
─ ¿He titubeado?─ murmuró también─. Nunca había estado más seguro de algo en mi vida.
─También debes saber que en algún momento ésto se acabará.
─No tiene por qué acabarse─ me miró, intentando transmitir seguridad, pero mis palabras le habían desconcertado─. Podemos hacer que dure.
─Nick, cuando yo termine el servicio comunitario, o antes, o después, tú ya habrás encontrado a alguien a quién quieras más que a mí.
─Deja de decir esas cosas.
─Te estoy planteando la realidad, mastodonte.
─ ¿Seguro? ¿O simplemente lo dices porque tú a mí no me quieres?
─Yo no he dicho que no te quiera.
─Pero tampoco me has dicho que me quieres─ refutó, en lo que yo estacionaba el auto─. ¿Te escudas en que esto no durará para poder estar con alguien a mis espaldas? ¿O acaso tienes miedo de que funcione y te lastime?
─No, ya te dije las cosas como son. Tenemos química, Nick, pero algún día alguien...
─ ¡Deja de vivir pensando en el futuro! ¡Tú no estás en mi cabeza, no sabes lo que quiero! ¿No puedes simplemente disfrutar el ahora y decir que tú también me quieres?
Apagué el vehículo.
─Es demasiado pronto.
─ ¿Es porque no tengo dinero?
─ ¿De qué hablas Nicholas?
─Te acostumbraste tanto a los lujos que preferirías enamorarte de alguien con dinero, ¿No es así? Pues te tengo noticias, no eliges de quién enamorarte, sólo te enamoras y ya, yo sé que tú me quieres.
─Entonces deja de fastidiar. Si piensas que te quiero, quédate con esa idea, tranquilízate y háblame bien. La etapa en la que dejaba que otros me hablasen en voz alta se acabó, la etapa en que dependía del dinero de otros se acabó, deja tus prejuicios y conoce a la persona que soy ahora. No bases mi imagen en simplemente a lo que me dedicaba.
─Lo siento─ masculló─. Es que me irritas.
─Y tú a mí─ suspiré. Ninguno de los dos se había bajado del auto aún─. Tu madre me matará si me ve aquí, será mejor que me vaya.
─Mi madre no está, y no pienso dejar la conversación así.
─ ¿Así cómo?
─Estando enojados─ arquee una ceja─. O lo que sea... Yo...─ había comenzado a titubear─. ¡Ya! Basta, sabes que no tengo experiencia en las relaciones.
─Es evidente, Nick.
─No quiero joderla contigo, me asusta decir algo que te fastidie.
─Una de las reglas de estar conmigo, es que si no eres tú mismo, no me interesa. Actúa natural.
Volvimos a quedarnos en silencio.
─ ¿Quieres pasar?
─No, mejor voy a casa.
─Mi madre no está.
─Pero si vuelve podría matarnos a ambos.
─No va a volver─ Bufó─. Confía en mí, Oliver.
ESTÁS LEYENDO
Entrenando al Baby Boy.
Ficção AdolescenteMientras Jeremy comienza a explorar el mundo de los Sugar Babys, Oliver, un Baby Boy veterano es abandonado por su Sugar Daddy. Ambos deberán adaptarse a un mundo completamente diferente, donde el mimado aprenderá a conformarse y el conformista apre...