Capítulo 41.

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Oliver.

Desperté mareado, apretando los ojos y recibiendo de golpe el recuerdo del sueño que había tenido con Nicholas. Él seguía pidiéndome perdón, yo le rechazaba, a pesar de verle llorando.

─Despierta muchacho─ Una voz familiar acabó por hacerme abrir los ojos─. Tienes que desayunar, así te recuperarás más rápido.

─Usted es... La madre de Nicholas y Markus.

─Así es─ cuando me senté, depósito una bandeja con comida sobre mis piernas─. No sabía que cosas podrías comer, así que te traje algo de fruta, jugo y pan con mermelada.

─Se lo agradezco─ Miré la comida frente a mí, pero para ser sincero el apetito no quería hacerse presente─. En serio, no tenía que molestarse.

─Hijo, yo trabajo aquí─ contestó, un tanto seca, sacando una manta de un pequeño armario y extendiéndola sobre la cama─. Eres un paciente peculiar, has estado callado o dormido la mayor parte del tiempo.

─Me siento muy cansado─ admití─. Debe ser la medicación.

─O el shock─ añadió. Se paró junto a mí─. Necesito que comas, y que me digas una cosa.

─Maldición...

─El hospital va a poner una denuncia en tu nombre contra quién te hizo ésto, así que habla conmigo, antes de que hables con el detective que vendrá en un par de horas, ¿Quieres?

─ ¿Por qué se molestaría?─ jadee, comenzaba ponerme nervioso. Con la mano temblando me llevé el vaso a la boca─. Yo no le agrado.

─ ¿Que no me agradas? ¿Y eso qué tiene que ver?─ alcé la mirada, para ver su rostro serio, de ahí lo había sacado Nicholas─. ¿Te piensas que por ello voy a dejar que te golpeen? Ya sé porqué lo hicieron.

─Y según usted, ¿Por qué fue?

─Porque te gustan las cosas de chicas, pero no las chicas─ Fue directa─. En más de una ocasión han llegado muchachos cómo tú aquí, y me aterra pensar que algún día, alguno de mis hijos llegue al hospital así. Lo que a ti te guste no justifica una paliza como la que te han dado.

─Oh, eso... No esperaba esa respuesta. ¿Entonces... No me odia?

─No te odio, chico─ suspiró, sentándose en la camilla─. Pero tienes que entenderme también. Estás haciendo servicio comunitario, eso significa que cometiste un crime, y desde que tú apareciste, mi hijo ha... Cambiado.

─Lo siento... No tenía idea.

─Ahora replica todo lo que le digo, me manda a callar, desaparece gran parte del día, y me miente deliberadamente─ sonrió amargamente─. No quiero hacerme a la idea equivocada pero... Esas eran las actitudes que tuve con mi madre cuando conocí al padre de mis hijos.

─No, yo... Está confundida... No tenemos esa clase de relación...

─Pues si no es contigo, tiene que ser alguien que tú conozcas─ me acusó, básicamente─. Y me gustaría que me lo dijeras.

─Lo siento...

Tal y como lo dijo la madre de Nicholas, al poco tiempo llegaron un par de policías a interrogarme, cuando ya estaba solo en la habitación. Les dije la verdad, que no sabía el nombre del tipo, y mentí en los detalles porque no quería involucrarme demasiado. Jugar a la víctima no me salía bien, sólo describí que había sido agredido por un desconocido, debido a ésto cerraron el caso como intento de crimen de odio.

Entrenando al Baby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora