No olviden seguirme para más historias de éste estilo. ❤️
Oliver.
─ ¿Hola?
─ ¡Oliver! ¿Cómo estás?─ La hiperactividad de Jeremy, me ocasionaron ganas de golpearle─. Acabo de volver de un viaje, y pensé que podríamos vernos.
─Lo siento, niño. Ahora estoy haciendo reposo, salí del hospital hace unos días.
─ ¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Por qué?
─Me dieron una paliza, severamente más fuerte que las últimas. Tengo un par de huesos rotos, pero puedes pasar por aquí cuando quieras.
─Oh Dios... Iré a verte en cuánto desempaque. ¿Te gustaría que te llevara algo?
─Sí, un porro me encantaría en éstos momentos.
─No creo poder llevarte eso...
─Lo sé, te estoy molestando─ Sonreí, a pesar de que sabía que él no podía verme─. Necesito que me ayudes con algo de papeleo cuando llegues aquí, ¿Puedo molestarte con eso?
─ ¿Qué papeleo?
─Pues estaba pensando apelar a mi inocencia, y cambiarme de área por lo del servicio comunitario.
─ ¿Y qué hay del muchacho? ¿El... Cómo le decías? ¿Monstruo?
─Mastodonte─ le corregí─. Ya hablaremos en cuánto vengas. Además, debes contarme cómo te fue en tu viaje.
─No puedo esperar. Iré en un par de horas.
─Te espero, mocoso.
Tuve que hacer tiempo mientras le esperaba, así que dormí una siesta, y luego vi algo de televisión.
Efectivamente, un rato después, la puerta fue tocada. Grité desde el otro lado que entrara, era Jeremy, que venía con una bolsa en la mano. Se acercó a mí abrazándome con mucho cuidado. Le pedí que sirviera algo para tomar, incluyendo que tenía cerveza en la nevera, pero prefirió tomar algo ligero, alegando que había bebido demasiado alcohol durante sus cortas vacaciones. En poco tiempo salió de la cocina con una jarra de jugo, un par de vasos y un plato de croquetas.
─ ¿Qué traes en la bolsa?
─Chocolate─ desembolsó la pequeña caja, dejándola sobre la mesita de café─. Es de Los Ángeles, quería traerte algo, pero no sabía qué.
─Qué detalle─ sonreí. Jeremy era un ángel─. ¿Qué tal tu viaje?
─Fue perfecto, incluso fui al estudio con Carter. Me compró mucha ropa, y otras cosas...
─Eso suena comprometedor─ soltó una risa nerviosa, mirando para otro lado─. ¿Cómo te trató el vejete?
─Digamos que le hice enojar un poco...─ Se rascó la nuca, aún sin mirarme─. Descubrí el lado rudo de Daddy, por decirlo así.
─Pues ya se había tardado. ¿Me das un cigarrillo? Enciéndelo y ponlo en mi boca─ Era hasta cómico ver cómo lo hacía, debía ponerlo en su boca para encenderlo, pero no fumaba, así que tuve que darle un par de pitadas para asegurarme de que estaba encendido─. Gracias cariño.
─ ¿Por qué estuviste en el hospital?
Solté un suspiro. No fui capaz de decirle a Teresa, a los niños o a sus madres la verdad, ni siquiera a los policías, y mucho menos a Nicholas, pero Jeremy era diferente. Alcé la mirada para contemplarle con ese gesto de curiosidad y consternación. Me alegraba que estuviera aquí después de todo.
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Entrenando al Baby Boy.
Dla nastolatkówMientras Jeremy comienza a explorar el mundo de los Sugar Babys, Oliver, un Baby Boy veterano es abandonado por su Sugar Daddy. Ambos deberán adaptarse a un mundo completamente diferente, donde el mimado aprenderá a conformarse y el conformista apre...